martes, 30 de junio de 2015

Centrifugando el 2015 [mayo]


[Haz clic en las letras verdes, y centrifuga tu cerebro]




Puede que mayo sea el mes de las flores, pero en este blog no somos dados a echar flores gratuitamente, salvo cuando alguien las merece; y el músico murciano Carlos Vudú, se las mereció. ¿Interesados?, sí que duda cabe, pero no todos los días uno de los cantantes con más proyección se decide a localizar uno de sus vídeos en nuestra biblioteca.

Eso hizo que nuestro arranque de mes fuera muy musical, porque la música también protagonizaba la divertida respuesta que descubríamos a la pregunta sobre ¿qué hacen los bibliotecarios cuando cierran la biblioteca?



No fue premeditado, pero ese aire relajado y festivo se extendió a lo largo del mes, y en parte la culpa fue de la diseñadora Carmen Ramil. Sus exquisitas prendas ilustradas (¿dónde mejor pueden exhibirse unas prendas ilustradas que en el templo de la Ilustración?) recuperaban el período de entreguerras en la que ha sido nuestra última Pasarela BRMU.

Eso nos dio pie a una sentida reivindicación de la frivolidad como logro cultural; rescatándola del secuestro al que la tienen sometida la mal llamada prensa del corazón.

Y nos dejamos llevar por los sentidos, aunque a veces se nos confundan en un sinestésico post que nos trasladó desde la tecnología 3D a las carcajadas más irreverentes.



Y si la RAE define a la sinestesia como imagen o sensación subjetiva, algo de eso tuvo nuestra entrada dedicada a Murcia. Como decíamos, cada vez hay más Murcias dentro de Murcia, más visiones, más sensaciones subjetivas que destierran los tópicos heredados para arrojar una visión más que panorámica, casi caleidoscópica.

Y para cerrar el mes, Agatha Christie y el extraño, pero el fondo muy lógico, uso que hacía de la cosmética facial durante las excavaciones arqueológicas de su marido Y por otro lado, la arqueología fotográfica de Patti Smith coleccionando evocaciones de sus ídolos, cual groupie literaria.

Puede que en principio la dama del misterio británica y la madrina del punk no tengan nada que ver; pero seguro que sus rasgos mutuos de inconformismo y curiosidad les habría hecho congeniar a las mil maravillas ante un británica taza de té.



sábado, 27 de junio de 2015

Pasarela BRMU 2014-15. Desfile final y backstage (o entre bambalinas, para quienes no soporten tanto anglicismo)




Moda, libros, moda, películas, moda, cómics, moda, música.

"La moda es lo que pasa de moda, el estilo jamás" 
Coco Chanel

"La moda es lo que pasa de moda, la cultura jamás
Biblioteca Regional de Murcia


Seis diseñadores, seis pasarelas, seis propuestas culturales para una biblioteca del siglo XXI


+Vídeos-reportajes sobre Pasarela BRMU  aquí, y aquí.

Toda la Pasarela BRMU aquí



viernes, 26 de junio de 2015

Bibliotecas por encargo


Bibliotecas diseñadas por Kinsey Marable

Ya hemos hablado en varias entradas de las bibliotecas del diseñador Tatcher Wine, y quizás porque nuestra dedicación al mundo de la moda de estos últimos meses, nos ha desarrollado algo más el sentido de la estética, ahora nos hacemos eco de otro diseñador de bibliotecas: Kinsey Marable.

Para un amante de los libros, ver las fotografías de estas magníficas bibliotecas es como para una víctima de la moda hojear el Vogue. ¿Quién no querría aislarse en estos espacios exquisitamente decorados, rodeados de estanterías repletas de libros? Sólo una cosa no termina de cuadrar en estas imágenes perfectas: la sospechosa simetría de los libros.

Se trata de bibliotecas por encargo de multimillonarios, Marable las diseña según la personalidad e intereses de sus acaudalados clientes. Lo que vendría a ser el equivalente a un personal shooper pero en bibliotecas (¿personal shooper librarian, sería rizar mucho el rizo?) Que sea un diseñador el que elija la distribución de espacios, el mobiliario, hasta las encuadernaciones como hace Marable, es comprensible, si se tiene el suficiente dinero, y poca afición por el interiorismo; pero que también te elija los libros, siembra dudas sobre el verdadero amor del pudiente cliente hacia la lectura.

Si algo distingue a una biblioteca realmente personal (dejando los asuntos decorativos al margen) es precisamente que esté compuesta por las obras que han sido elegidas y leídas por uno mismo. En otro caso, ¿qué sentido tiene crear tu propia biblioteca? Visto así suena a capricho de nuevo rico, un simple ornamento más de escalada social, en el que los libros no estarán huecos, pero que en nada definen los gustos y personalidad de su propietario. ¿Alguno de los que contabilizan dentro de ese 40% de nuevos ricos surgidos durante la crisis, engrosarán la lista de clientes de Marable?



En las bibliotecas públicas también seleccionamos para los demás; los que trabajamos en ellas, somos los personal shooper librarians de todos. Cada biblioteca pública es la biblioteca privada de miles de ciudadanos, porque cada uno conforma la suya, según va seleccionando libremente lo que quiere leer, ver, escuchar o navegar.

Y ya que hablábamos de hojear el Vogue al principio, precisamente hoy que hemos desmontado nuestra Pasarela BRMU, nada mejor que concluir con este fantástico vídeo que nos resume de la manera más danzarina, nada menos que 100 años de evolución de la moda.




lunes, 22 de junio de 2015

BibliOkupa




Una biblioteca del siglo XXI no puede quedarse de brazos cruzados viniéndolas venir. Si como decíamos en plan sensacionalista en Día de la marmota bibliotecario, los bibliotecarios somos como las cucarachas y las ratas (comparación desagradable donde las haya) en cuanto a nuestra capacidad de supervivencia: ni la anorexia presupuestaria, ni la competencia de lo digital, nos van a dejar fuera de juego. 




Espacio Pático, el primer local colonizado 
por la BRMU

Biblioteca abierta, biblioteca sin muros, biblioteca del nuevo siglo. Si el ciudadano no va a la biblioteca, la biblioteca va a los ciudadanos. Esas son algunas de las máximas por las que se rige nuestro nuevo proyecto de BibliOkupa, una iniciativa que no persigue la originalidad, porque a lo que aspira es a algo tan viejo como las leyes de Ranganathan: que a  cada lector-espectador-oyente, le llegue su libro-película-disco, eso sí: en lugares, en principio, insospechados para toparse con una biblioteca.

Por eso, vamos a okupar un local ya emblemático de esa iniciativa privada que está sacudiendo a Murcia culturalmente durante los últimos años: Espacio Pático (calle San Lorenzo, 5).

Este espacio multidisciplinar será el primero de los locales que vamos a bibliOkupar, y al que llevaremos una exquisita selección de libros, películas, cómics, y discos que han formado parte de las selecciones realizadas para nuestra Pasarela BRMU; y que el público asistente podrá llevarse a casa, simplemente con su DNI.


Será después de la mesa redonda convocada a la misma hora y en el mismo lugar, con la que daremos por concluida nuestra cuarta acción artístico-bibliotecaria, esa Pasarela BRMU gracias a la cual han desfilado desde noviembre de 2014, seis de los diseñadores más talentosos del panorama regional. Fernando Aliaga, Titis clothing, Pedro Lobo, Las culpaSS, Constanza Mas y Carmen Ramil, ellos han sido los protagonistas de esta Pasarela en la que hemos fundido la moda con la literatura, los cómics, la música o el cine. Una mesa redonda bibliOkupática en la que se abordará la moda y su relación con otras disciplinas creativas; sobre el trasfondo de una proyección de algunas de las mejores imágenes que nos ha dejado esta Pasarela BRMU.

Y es que ya lo decíamos cuando anunciábamos esta Pasarela BRMU, allá por el mes de noviembre: 

en la BRMU siempre encuentras algo que ponerte

martes, 16 de junio de 2015

Sírvase usted mismo



Más de uno hemos fantaseado con la idea de pasar una noche en un gran almacén. Esconderse a la hora del cierre, y tener todas las secciones y plantas a tu disposición. Siempre que no te vengan a la memoria las numerosas películas de zombis y psicópatas varios, que tienen como escenario las galerías comerciales: la idea de quedarse (en buena compañía) a solas en el gran templo del consumismo puede resultar de lo más divertida. ¿Y en una biblioteca?

Vale que no tenemos tantas secciones divertidas como un gran almacén, pero que duda cabe que también tendría su punto. En la Biblioteca Pública de Nueva York ya lo hicieron en el 2011, aunque de manera autorizada y organizada, como contábamos en Una noche bibliotecaria. Pero lo que realmente supera cualquier fantasía al respecto que pudiéramos imaginar, es la biblioteca nocturna de autoservicio.



La alucinante Open Air Library en Alemania,
una auténtica biblioteca abierta


No, no se trata de fomentar el autopréstamo en las bibliotecas en horario nocturno, ni de abrir un after-library-self-service (con tanto coaches, talents y demás anglicismos gratuitos que saturan los medios, no nos íbamos a quedar cortos) se trata de darles la llave de la biblioteca directamente a los usuarios, y que ellos mismos abran la biblioteca si la necesitan fuera del horario habitual.

Se trata de Open+, la última innovación basada en la tecnología RFID que ha presentado la compañía Biblioteca en la Conferencia Anual de la Asociación de Bibliotecarios de Francia. Se trata de un sistema (ya puesto en marcha en Dinamarca) que permite que determinados usuarios, puedan acceder a la biblioteca al facilitarles el código de acceso que se instala a las puertas de la biblioteca.

Para algunos sería un sueño hecho realidad. La BRMU abierta las 24 horas del día, y ellos con la llave a cuestas. El problema como siempre sería ¿realmente la sociedad española está preparada para algo así? En las bibliotecas nórdicas en las que funciona, el asunto de los posibles hurtos o daños, se resuelve con cámaras de seguridad; pero es que para los nórdicos en general: el respeto a lo que es de todos, lo llevan inscrito en el ADN.



En nuestra biblioteca, con los cerca de 70.000 visitantes mensuales que recibimos, no nos podemos quejar. Pero algunas tropelías (y eso que son en horario normal) como muestran las fotografías de arriba; o el hecho de que, recientemente, hayamos recuperado dvds y algún lector de libros electrónicos, puesto a la venta en tiendas de segunda mano: nos hacen pensar que para que esa apertura total fuera real, habría primero que contar con una apertura mental que incluyese al civismo y el respeto por el bien común.


Fuente: ActuaLitté

jueves, 11 de junio de 2015

BRMU viral






Que una foto en Instagram de Kim Kardashian, un tweet incendiario de Pérez Reverte, o un post en el blog sobre moda de la última it-girl, acumulen miles de visitas, retuiteos o comentarios, es hasta cierto punto, algo habitual. Pero que sea el post del blog de una biblioteca pública, el que consiga viralizarse en pocas horas es algo menos común.

Sobre todo porque el tema en cuestión no era especialmente polémico, ni escandaloso (bueno escandaloso sí, pero no por lo que decía, sino por la realidad que reflejaba); y eso es lo que pasó el pasado martes 2 de junio en este blog con Bibliotecas low cost. Por unas horas, supimos lo que era eso de volverse viral. Otros posts han tenido conatos de viralidad, pero nunca de manera tan intensa.

Más de 10.000 personas alcanzadas en Facebook, retuiteos por doquier, comentarios y debates abiertos en las redes, y 1200 visitas al post en menos de 8 horas, y sigue acumulando. La onda expansiva llegó incluso a los medios no digitales, y así por ejemplo, sirvió de inspiración para un artículo en la prensa escrita:


Pinchar en imágenes para ampliar


En el post previo (Greta Garbo en tiempos de Facebook) hablábamos del fenómeno de El Rubius, el joven youtuber que aglutina a millones de seguidores en torno a sus vídeos. El videoadicto que ha hecho de su afición su modo de vida, está más que acostumbrado a viralizarse día sí, día también con sus vídeos repletos de humor facilón. No sabemos si será ese humor el que haya hecho que un político emergente como Pablo Iglesias sea seguidor suyo; pero tampoco importa mucho. Lo que deja claro es la atención que los nuevos líderes políticos prestan a los medios digitales, capaces de movilizar a gran parte del electorado joven.




Si bien el auge de los nuevos partidos ha tenido mucho que ver con el uso de la televisión; para muchos jóvenes, este medio ha quedado relegado a un segundo o incluso tercer lugar en su consideración como alternativa de ocio e información. Si en sus inicios, el cine vio a la televisión como su gran rival, ahora a la hegemonía televisiva le ha surgido su particular Eva Harrington en formato digital (ya saben, la ambiciosa joven de la inolvidable película Eva al desnudo… ¿cómo? ¿qué aún no la han visto?, ¿y qué hacen perdiendo el tiempo en este blog?).

Desde que irrumpiera en los 50, la televisión ha sido el medio de masas por excelencia, y aunque puede que ahora le estén surgiendo competencias que le restan parroquia entre las nuevas generaciones, no parece que de momento haya que temer por su supervivencia. Eso sí, el consumo televisivo tal y como lo hemos conocido, sí que puede que tenga los días contados. De seguir fragmentándose las audiencias, dentro de poco los medios de masas puede que terminen por ser medios de tribus.


George Sanders, el crítico-cítrico de Eva al desnudo
orientando la carrera de su pupila hacia la televisión


El cáustico crítico de teatro interpretado por George Sanders, en la citada, y nunca suficientemente recomendada Eva al desnudo: cuando su protegida (interpretada por una primeriza Marilyn Monroe), fracasa como actriz de teatro, y orienta su carrera hacia la televisión; responde a la pregunta de su pupila sobre si en la televisión hacen pruebas, diciéndole que en eso consiste la televisión: en pruebas, sólo pruebas.

La película data de 1950, así que queda claro que el desprecio intelectual hacia el nuevo medio nació prácticamente con él. El enorme potencial formativo, cultural y educativo de un medio como el televisivo para muchos se ha dilapidado en entretenimiento de encefalograma plano. Claro que muchos sostienen que la televisión es, y debe ser, mero entretenimiento, sin mayores aspiraciones.


El nombre de George Orwell y su Gran hermano, tomado en vano
para el reality por antonomasia de la televisión


Pero, ¿y los nuevos medios? Según el estudio de uso de Internet en España, desarrollado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones en 2014, las bibliotecas resultamos atractivas (Internet mediante) para dos franjas de edad de los más equidistantes. Los internautas que van de los 16 a los 24 años, y los que van de los 65 a los 74, que son los que más interactúan con webs de bibliotecas públicas. Un dato que no deja de sorprendernos.

El resto de franjas de edad, según este estudio, se decanta, entre los 25 a 34 años, por las redes sociales, la búsqueda de empleo y la descarga de software; y para los de 35 a 64, el asunto principal es el dinero. Sus visitas se focalizan en la banca electrónica, y en la declaración de impuestos. 

Pero nosotros nos quedamos con ese curiosísimo dato de que los más jóvenes y los más mayores, sean los que más interactúen con nuestras webs. ¿Quiere decir eso que las bibliotecas estamos fomentando un uso cultural de los medios digitales?, ¿significa que tenemos pasado, sí, pero que también tenemos futuro? Es bastante temerario deducir algo así, pero por soñar que no quede.


La biblioterapia en la Escuela de vida en Londres


Pero ni televisión, ni medios digitales. Si hay un medio para transmitir información, evasión o formación, que pese a los siglos transcurridos, sigue conservando su prestigio, ése es el libro (y aquí no hacemos distinciones entre papel o digital). Así lo asegura Martín Caparrós en el semanario de El País de hace unas semanas. En su artículo dedicado a la biblioterapia, nos contaba las terapias a través de la lectura que practica la School of life de Londres (de la que ya hablábamos en el post Soluciones para el mundo). Como dice su fundador, Alain de Botton: “la vida es demasiado corta para leer libros malos”.

Nadie sabe cómo ha sucedido,
pero Internet es de los gatos
Desde luego no le quitamos la razón, pero nosotros ni siquiera nos metemos en lo que se lea, con tal de que se lea. En las bibliotecas, como en Internet, se puede elegir lo que se desee. El acto soberano de escoger lo que te conviene, se entrena desde hace siglos en las bibliotecas. Mucho antes que la televisión, y desde luego, que las redes sociales: siempre han estado las bibliotecas ayudando a construirse un criterio propio a aquellos que quieren pensar por sí mismos.

Y si hablamos de virales, cerraremos con un vídeo viral reciente. No, lo sentimos, no vamos a recurrir a vídeos de gatitos, ni a supuestas estudiantes que se desnudan en bibliotecas. En ocasiones, aunque sea por circunstancias tristes, hay virales en la red que merecen la pena. Como cuando tras el fallecimiento de Paco de Lucía, su tema Entre dos aguas, ocupó el puesto número dos de temas virales en la listas de reproducciones en Spotify.

Que cosas así resulten contagiosas, te reconcilia con el mundo digital.



lunes, 8 de junio de 2015

Greta Garbo en los tiempos de Facebook





Greta Lovisa Gustafsson, la divina, la esfinge, la mujer que no reía, con sólo 36 años, en el culmen de su fama, dijo aquello de "quiero estar sola". Se quitó su disfraz de Greta Garbo, e intentó llevar una vida anónima sólo profanada por los teleobjetivos de algún que otro paparazzi. En el siglo XXI, sería mediaticamente imposible que pudiera existir otra Garbo. Si nuestra Pepa Flores/Marisol también lo consiguió, es porque su retiro fue cuando Internet estaba en pañales, y las redes sociales ni se podían avistar. 

Las estrellas en la era del Instagram (pese a los intentos de alguna como Lana del Rey), no pueden aspirar ni por asomo a ese misterio, a ese aura inalcanzable del que divas como la Garbo, la Dietrich o la Callas hicieron marca de fábrica.





En el 2015, cuando hasta los televisores nos espían en el salón de casa, ese querer apartarse del mundo va camino de ser imposible. No es que nadie esté a salvo, es que casi nadie quiere estarlo. Exhibirse, mostrarse, confesarse hasta tal punto que quien no lo haga, resultará sospechoso. 

Así lo vaticina el escritor Dave Eggers, cuya última novela, El círculo, está a punto de llegar a nuestras estanterías. Para Eggers el ciudadano que defienda su anonimato se convertirá en sospechoso, porque sólo un hacker o un terrorista no querría que su identidad circulase libremente por las redes sociales. 

Por eso con su última novela, su protagonista Mae, vive una trama con ecos de 1984 de Orwell, en una empresa que vendría a ser un mix entre Google, Facebook y Twitter, y en la que su máxima empresarial es que "los secretos son mentiras".

El delicioso cómic con estética de los cincuenta
Si la novela de Eggers debutará en breve en nuestros fondos, el cómic Recuerdos del imperio del átomo  ya lleva unas semanas en la Comicteca. Por contraste, esta fantasía retrofuturista en viñetas, nos sumerge en una deliciosa historia ambientada en los años 50, en plena irrupción de ese diseño futurista que ahora consideramos fascinantemente retro.

La persistente moda de lo vintage en ropa, en decoración y en mil cosas más, puede que tenga que ver con lo antipáticos que se han vuelto algunos de los representantes electrodomésticos de esas nuevas tecnologías. 

Tener un televisor de plasma es como tener a Lord Darth Vader en casa: nos intimidan siniestros, colonizando nuestros salones como Vader invadía planetas en Star wars. Al menos podían añadirle la respiración asistida del siniestro caballero Jedi, para que supiéramos cuándo nos están espiando. No es de extrañar, que más de uno se sienta como Jacques Tati en la película Mi tío, perdido ante la prepotencia de estos gagdets de última generación.


Jacques Tati, irrumpiendo como un elefante en la cacharrería
de la modernidad en Mi tio (1958)


El incomprensible fenómeno, para no adolescentes,
del youtuber El Rubius
Precisamente en esos televisores de plasma, se emitió hace unos días la entrevista que el publicista Risto Mejide hizo en su nuevo programa al youtuber más famoso de las redes. Rubius, el joven que tiene hasta 11 millones de seguidores en su canal de Youtube, y que con sus vídeos se ha convertido en ídolo de masas. Tal vez el momento más trending topic (por mezclar conceptos) de la entrevista, fue cuando se emocionó recordando los duros momentos que pasó por culpa del acoso de los fans, el aislamiento al que se vio abocado por alcanzar una fama desbocada compartiendo su intimidad en forma de vídeos. 

Ese momento en que la fantasía virtual que le había hecho rico, interfirió sin permiso en su realidad, y llegó a amargarle la vida. Ese instante (que siempre cotiza al alza en la televisión) de las lágrimas de El Rubius, es de una de las mejores metáforas visuales de los tiempos que estamos viviendo. 

Si la Garbo quiso que la dejaran en paz en el siglo XX, el Rubius quiso dejar de ser transparente, que diría Byung-Chul Han, en el siglo XXI. Pero, una vez superada la crisis, sigue grabándose haciendo el indio en su cuarto, sin miedo a que Youtube (como creían los auténticos indios respecto de la fotografía), de tanto exhibirse, llegue un día a robarle el alma  





martes, 2 de junio de 2015

Bibliotecas low cost

"Está de moda estar sin blanca"
Viñeta del cómic K.O. en Tel Aviv


Bibliocochambre, es el inspirado nombre con el que nuestra, siempre ingeniosa y certera, compañera María G. H., bautizó un proyecto que siempre tenemos en mente llevar a cabo, y que nunca terminamos de concretar.

Se trataría de montar una exposición con los documentos destrozados por el (mal) uso de algunos usuarios, una muestra de atrocidades, de incivismos cotidianos, de juguetes rotos de biblioteca, que cual personajes de Toy story 3, se tomasen la revancha. Los maltrechos bienes públicos pagados entre todos, irían acompañados de cartelas indicando el número de préstamos que han tenido, el precio y la fecha de su adquisición. Sería una manera de apelar a esa conciencia cívica que, se supone, todos deberíamos tener ejercitada desde la familia y el colegio.


"Acepta lo inesperado" reza el eslogan de esta película, pero nada nos podía
preparar para aceptar que nos devolviesen una película en este estado


¿Qué interesado en Einstein puede hacer algo así?
Y es que pese a los presupuestos de los últimos años, nos resistimos a convertirnos en Bibliotecas low cost, a permitir que la cochambre nos invada.

Tras demasiados años de crisis económica, las bibliotecas podemos decir que hemos conseguido (las que siguen abiertas) bien que mal: sobrevivir con cierta dignidad. Y por encima de cualquier orgullo institucional, lo más positivo es que han servido, y sirven, para dar algo de dignidad a muchos de los damnificados por esta crisis.




"Los vagabundos de la chatarra", un cómic-reportaje
sobre los buscadores de chatarra en Barcelona,
que bien se podría hacer también en Murcia


Una de las noticias recientes más desagradables, ha sido la última encuesta sobre condiciones de vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística. El panorama para Murcia es alarmante: tenemos la tasa de riesgo de pobreza más alta del país. Una noticia preocupante y desoladora,  que nosotros en las bibliotecas llevamos percibiendo desde hace tiempo.

De los cerca de 400 usuarios cuyo domicilio es el nº 55 de la Carretera de Santa Catalina (Centro de acogida de Jesús Abandonado), un alto porcentaje de las altas en nuestra base de datos, ha sido durante los últimos 5 años. Nuestra Biblioteca Quitapesares (con la que perdonamos las penas por retraso en las devoluciones a cambio de alimentos para las familias necesitadas) lleva varias toneladas recolectadas desde el 2012, año en que iniciamos esta campaña.






Si antes de esta crisis, las bibliotecas ya teníamos un papel social muy importante para la inclusión social de colectivos desfavorecidos; en los últimos años esta función se ha visto más que amplificada. Ya lo recogíamos en Bibliotecas nido (“los desempleados y los inmigrantes son, junto a los indigentes, nuevos usuarios que se suman a los estudiantes, investigadores, jubilados, menores y aficionados a la lectura que tradicionalmente llenan las salas”), y recordábamos la larga relación entre indigentes y bibliotecas de la forma más lírica posible, gracias a Charles Bukowski en Vagabundos y bibliotecas.





Por eso, nos conmueven tanto las fotografías de vagabundos leyendo en bibliotecas californianas, que Fritz Hoffman publicó en National Geographic. En el año 2010, el gobierno estadounidense puso en marcha un ambicioso programa para acabar con las personas sin hogar en el año 2015. Se ha avanzado mucho, pero una vez llegados a la fecha fijada: 570.000 personas sin hogar siguen engrosando las estadísticas de pobreza en los Estados Unidos. 

La Biblioteca Pública de San Francisco ha sido la primera en incluir en plantilla a un trabajador social. Leah Esguerra, que así se llama esta asistenta social, lo dice claramente: "las bibliotecas son el último bastión de la democracia".





Cada foto es una historia, a la vez triste y esperanzadora. Esa necesidad de evasión, de formación, de superación por parte de quienes no tienen nada, encierra motivos de reflexión para cualquiera, mucho más allá de cualquier trillado discurso compasivo, o de miradas lastimeras que nadie pide. Es el instinto por sobrevivir más allá de lo básico, de preservar la dignidad a través de la cultura; y que las bibliotecas sean capaces de proporcionar eso, no puede más que llenarnos de orgullo.






Ni bibliotecas ricas, ni bibliotecas low cost, aspiramos simplemente a ser bibliotecas de clase media. Como ya dijimos en un post: las bibliotecas públicas somos la clase media dentro del mundo bibliotecario, y no hace falta ser del FMI, ni del Grupo Bildenberg, ni avezado en economía: para saber que si un país quiere prosperar, hará bien en fortalecer a su clase media.




Y ya que hablábamos de los pesimistas datos sobre Murcia del INE, y de esa cochambre (la mayoría de las veces de índole moral) con que nos agrede la actualidad, vamos a cerrar en positivo. Baxter Dury es uno de esos músicos exquisitos que si dices que te gusta, quedas guay. Incluido de nuevo en el cartel del Primavera Sound de este año, al británico (hijo del mítico cantante punk, Ian Dury) no le habrá costado mucho desplazarse hasta Barcelona, puesto que según rumores, está afincado en nuestra Región. 

Debe ser por eso, que su vídeo para el tema Palm trees (Palmeras) está rodado en Murcia. Concretamente en las playas de Mazarrón, más algunas tomas en Sierra Espuña. Si las fotos de vagabundos leyendo de Fritz Hoffman, están tomadas en California (el paraíso yanqui del sol, las playas y las palmeras), es justo que concluyamos en uno de nuestros paraísos imposibles. Una visión luminosa y algo melancólica de nuestra tierra (ese arranque del vídeo en una urbanización abandonada), que siempre viene bien para recordar lo que de bueno tenemos, y esforzarnos por recuperarlo: