viernes, 30 de mayo de 2014

Centrifugando el 2014 [abril]

[Haz clic en las letras azules, y centrifuga tu cerebro]

No fue por la Semana Santa, ni siquiera fue influencia de las Fiestas de primavera, pero lo cierto es que el mes de abril en este blog supuso un cierto regreso a los orígenes. Una mirada a los orígenes autóctonos, y a los orígenes como especie: porque ha sido en este mes cuando ha arrancado nuestra entrega sin reservas a lo africano.


Si hace décadas se decía que España era la reserva espiritual de Occidente, en este mundo globalizado y estandarizado, se puede sostener que África (o lo africano, como nos gusta siempre remarcar) es la reserva de esa fascinación, de ese misterio que tanta literatura y cine han sembrado en nuestras fantasías, y que tanto se echa de menos.

Porque África es mucho más que guerras, hambrunas, desgracias; es sobre todo alegría, color, música y ganas de vivir. Tal vez sea inspirado por ello, que en Biblioteca-granero lanzábamos una de esas ideas para un futuro proyecto muy autóctono, que hará enarcar la ceja de sorpresa a más de uno al ser propuesto por una biblioteca. El tiempo dirá, si la idea terminará germinando o no.



Por si acaso, fuimos abonando bien el terreno con algunas de las mejores frases e ideas de intelectuales y artistas pronunciadas en contra del fanatismo en Biblioteca terrorista. Frases como las del escritor egipcio Alaa Al Aswani que no nos resistimos a recuperar de tanto cómo nos gustó:
"si eres fanático no entenderás la literatura, y si te gusta la literatura (y por tanto las bibliotecas, añadimos nosotros) nunca serás fanático"

Pero durante este mes no sólo mantuvimos la vista hacia el sur, también más allá del charco, concretamente hacia ese referente en muchas cosas (y en otras tantas no) que son los Estados Unidos. Una vez más nos gustó una tradición estadounidense: en vez de levantar monumentos a los prohombres de su país optan por abrirles bibliotecas. Y es que otra cosa no será, pero a la hora de honrar la memoria de sus personajes públicos (bien sean de la política, deporte o espectáculo) los americanos saben cómo hacerlo.

Nos imaginamos que en esas bibliotecas presidenciales de las que hablamos, más de un fanático de las conspiraciones disfrutaría de lo lindo rastreando mensajes ocultos entre la documentación de los presidentes estadounidenses. Y precisamente este mes, también dio para abordar oscuros secretos, inquietantes misterios y leyendas urbanas en Muerte entre líneas, mensajes entre surcos.




Pero cualquier eventual yuyu se deshizo al instante, al entregarnos al vicio saludable de las series de televisión, un auténtico culto que se despertado en los últimos años, y que ha demostrado que la caja llamada tonta puede volverse pero que muy lista, cuando se da una oportunidad al talento.



La creatividad precisa de estímulos, y nosotros en la biblioteca vivimos recientemente una experiencia, que aparte de relajarnos, y hacer que nos tomemos las cosas con más calma: nos activó las neuronas como nunca. Un masaje de neuronas cuyos efectos esperamos que nos duren mucho, y fructifiquen en propuestas e ideas que nos sigan ilusionando a nosotros y, sobre todo, a nuestros usuarios.


jueves, 29 de mayo de 2014

En defensa de los pollos


Ya hemos hablado en otras ocasiones de los bibliotecarios de la Wikipedia: para algunos una élite de privilegiados dentro del supuestamente igualitario mundo de la enciclopedia libre; y para otros, los redactores que supervisan el rigor intelectual de un proyecto tan abierto.


Pero pese a sus esfuerzos, el vandalismo de los trolls en Internet no conoce límites: de desoficiados está la red llena. La enciclopedia colaborativa por excelencia es como Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo: confía en la bondad de los desconocidos, y así le va en algunas cosas.

Los ataques a los artículos de la Wikipedia son numerosos, redactores mal intencionados que tergiversan las informaciones, aportan datos falsos, boicotean el rigor que con tanto celo se obstinan en mantener los “bibliotecarios”, y ponen en entredicho la ya de por sí, muchas veces cuestionada, veracidad de los artículos. 

Ante esta situación, el escritor, programador y compositor musical Ryan North, publicó un cómic allá por el 2007, en el que sugería la idea de focalizar toda esa ansia destructiva a un solo artículo de la Wikipedia, y que los revientaartículos atacasen exclusivamente a un asunto del que se podía prescindir perfectamente. Bajo el nombre de Every topic in the universe, except chickens (Todos los asuntos del mundo, menos los pollos), North se preguntaba: ¿quién necesita un artículo sobre los pollos?, ¿acaso no lo sabemos todo sobre ellos? Que los vándalos se desfoguen tergiversando la verdad sobre tan dignas aves, y dejen en paz al resto de artículos de la enciclopedia.

La idea no pasó de una broma a cuenta de la especie de aves más numerosa del planeta (Wikipedia dixit), pero no deja de producirnos cierta desazón. ¿Será que el pollo Calimero fue un visionario de la era digital cuando se lamentaba allá por los 70 de ser un incomprendido?



Hermes y Athena de Bartholomeus Spranger, cuadro en el que se mezclan
los símbolos de ambos dioses: el gallo y la lechuza



Después de todo el gallo ha sido símbolo de vigilancia y actividad, y por eso se relaciona a Minerva, diosa de la sabiduría (información extraída de Wikipedia, que resulta un tanto confusa en su redacción, puesto que el gallo era en realidad atributo de Mercurio, siendo la lechuza la que acompañaba a Minerva, en fin...). El caso es que aunque la lechuza sea un símbolo más propio en términos simbólicos bibliotecarios, el pollo no es nada desdeñable: es económico, nutritivo y popular, justamente los atributos que se podrían decir de una biblioteca pública, y como muestra un botón: la Biblioteca de Pollos

Pollos es un municipio vallisoletano, cuya biblioteca se inauguró el pasado verano gracias, exclusivamente, a donaciones de entidades públicas, privadas, y particulares. Hasta un total de 4.000 obras que vienen a atender a una población rural, que a contracorriente de tantos centros urbanos, en los que son sacrificados los servicios bibliotecario: ha decidido apostar por la cultura desafiando esta época de recortes. Inaugurada por el escritor Martín Garzo, la localidad de Pollos, tiene claro que las bibliotecas no son un gasto, sino una inversión.

Y a la artista con la que cerramos este post tan avícola, más de una vez, sus detractores la han tachado de gallinácea por esos delirios vocales a los que se entrega. Pero Nina Hagen nunca ha tenido aspecto de que le afecten mucho las críticas; convencida defensora de los derechos de los animales, en su vídeo para su reggae Tiere deja claro que sus infinitos registros vocales, se acoplan a la perfección con los sonidos de toda una granja instalada en su garganta.


martes, 27 de mayo de 2014

Oigo voces



Si bien cada vez más, el público más exigente (y afortunadamente más ducho en idiomas) reivindica el cine extranjero en versión original, lo cierto es que para generaciones enteras de españoles, Humphrey Bogart, Bette Davis, Marlon Brando, y tantas y tantas estrellas hollywoodenses, hablaban castellano a la perfección.

Todo ello gracias a una cantera patria de actores de doblaje, que en muchos casos  incluso han beneficiado los escasos talentos de más de alguna estrella extranjera. Y si hablamos de actores de doblaje míticos, Pepe Mediavilla es toda una institución.


Posiblemente no reconozcamos su cara, pero su voz es inconfundible para las últimas generaciones de españoles. Morgan Freeman en sus múltiples papeles, incluido Nelson Mandela o el mismísimo Dios, el señor Spock, el mago Gandalf de El señor de los anillos, algunos de los personajes de Star wars, incluso personajes de Tarantino en Pulp fiction, hablan en castellano por la boca de Pepe Mediavilla. Tal vez junto a Constantino Romero, el actor de doblaje español que más frases míticas y momentos únicos de la historia del cine acumula.


El viernes 30 de mayo a las 19:00 h., en el salón de actos de la Biblioteca Regional de Murcia, todos estos personajes y muchos más estarán presentes en la sala. Y esa misma voz será la que nos narrará sus experiencias a lo largo de estos 50 años de trabajo, y también nos deleitará recitando poemas.

El próximo viernes 30, todos oiremos voces, y no por eso dudaremos de nuestro equilibrio mental: las voces de personajes míticos en la historia del cine reciente, que hablarán por la boca de Pepe Mediavilla.




miércoles, 21 de mayo de 2014

Sensaciones monitorizadas



En el clásico de serie B: El hombre con rayos X en los ojos, Ray Milland interpreta a un científico que decide probar en sus ojos unas gotas para aumentar la capacidad de visión. El experimento, al principio tiene su gracia, sobre todo cuando le permite traspasar la ropa de la gente y verla desnuda; pero el afán por vulnerar las barreras impuestas por la naturaleza, termina convirtiendo al protagonista en un émulo de Edipo, sin complejo ni reino: pero que igual que el trágico griego, termina arrancándose los ojos.

Por mucho que nos tire un buen drama, no vamos a ponernos melodramáticos relacionando esta historia con las flamantes gafas de Google, pero en ambas propuestas late de fondo el mismo deseo: ampliar los límites de la percepción humana. Según las últimos noticias en torno a las ya famosas gafas, ya se han desarrollado aplicaciones que detectan el movimiento de los ojos, y que permiten interactuar con un teclado en el que ir realizando búsquedas sobre lo que estamos viendo físicamente, para que digitalmente las gafas nos proporcionen información.




Realidad aumentada casi incrustada en nuestras pupilas. Pero aún hay más, los sistemas de lectura rápida de los que hablamos en La ciencia avanza, pero yo no, ya se están incorporando a estos artilugios, y tres psicólogos de la Universidad de San Diego (que socorridas son estas lejanas universidades en noticias así), advierten de los riesgos de esta lectura. El ritmo de la lectura ha de marcarlo el lector, no el dispositivo; en caso contrario, no se pueden prever las consecuencias neurológicas que podría acarrear.

Nada nuevo bajo el sol, si acaso el cumplimiento de esas profecías que desde la ciencia-ficción hace décadas ya se vaticinaban. Tal vez estemos en los albores de la Nueva carne sobre la que David Cronenberg peroraba en su película Videodrome. 

La nueva carne surgió en los años 80 como una tendencia artística, que reflexionaba sobre el cuerpo y su transformación e integración con la máquina.

Así en la pesadillesca Videodrome, un programa de televisión morboso es en realidad un experimento que altera la percepción de los espectadores, causando daños en el cerebro. Leído así, la verdad es que sin necesidad de mucho esfuerzo, podríamos recitar más de un programa de nuestras televisiones que causa efectos similares a los de Videodrome. Pero hasta donde sabemos a ninguno le ha dado por guardarse un revólver en el estómago, como hacía James Woods en la impactante escena de dicha película (que para quien tenga estómago, está disponible en nuestra Mediateca).

La televisión canibal de Videodrome

Desde las civilizaciones más antiguas, el hombre ha buscado alcanzar otros niveles de percepción a través de las drogas o de rituales alienantes; y llegados al siglo XXI, sin haber resuelto aún el debate sobre el uso de las drogas y la soberanía personal, es la tecnología la que quiere suministrarnos esa otra dimensión. Como dijo Antonio Escohotado:
«De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país.»

Pero ¿quién puede resistirse al irresistible atractivo de la tecnología actual? Ya hay aplicaciones para todo, y para todos. Nos monitorizan las pulsaciones, los pasos, las constantes vitales, las calorías, la ropa se vuelve inteligente, como los teléfonos, las casas, los coches que conducen solos. Ahora sólo falta una cosa, que el género humano también se vuelva inteligente para que vivamos en ¿el mejor de los mundos posibles?

Y aprovechando que la locutora televisiva más inquietante de Videodrome, estaba interpretada por Deborah Harry, cantante de Blondie, cerramos con su clásico Corazón de cristal. Porque puede que algún día alcancemos esa hibridación propuesta por la nueva carne entre el cuerpo humano y la máquina: pero incluso en ese estado, mucho nos tememos que nuestros corazones seguirán siendo tan frágiles como siempre.




jueves, 15 de mayo de 2014

Acción artístico-bibliotecaria#3



Prometimos que la Biblioteca Regional iba a cuidar de tu cabeza por dentro y por fuera. Por dentro, lo hacemos ofreciéndote la selección más apetitosa inspirada en lo africano, en nuestro recién estrenado Salón de belleza africano; pero por fuera, hasta que no se decidan a incluir en el plan de estudios de Biblioteconomía la asignatura de peluquería, tenemos que recurrir a la ayuda de auténticos profesionales.

Concretamente a la ayuda de Cánovas Hairculture, Españolo, Javier Hernández (JHD) Peluqueros, Kela&Colás y NTX Estilistas: cinco de las mejores peluquerías del centro de Murcia que participan en esta, nunca vista, Acción artístico-bibliotecaria#3. Todos, repetimos, todos los visitantes de nuestro Salón de belleza africano que retiren obras en préstamo a domicilio, entrarán en sorteos semanales de servicios gratuitos de peluquería en cualquiera de estos establecimientos. Ahora cobra todo el sentido el eslogan con que anunciábamos esta acción. Al mismo tiempo, también se sortearán lotes de productos de belleza de la empresa Tahe, patrocinadora de este espacio singular que hemos recreado en medio de la planta 0 de nuestra biblioteca.

Consejo de mujeres africanas en Acción artístico-bibliotecaria#3


Con esta acción nos abrimos no sólo a nuevos creadores, sino a algo mucho más ambicioso. Los cuatro centros de belleza que colaboran, y el patrocinio de la empresa Tahe, y la discoteca Teatre: demuestra que sólo hace falta imaginación y un poco de ilusión para que colectivos, en principio tan alejados del fomento de la lectura, se conviertan en aliados, haciendo gala de creatividad empresarial, y de un interés sincero por la cultura.

El Salón de belleza desde otra perspectiva


Por el lado artístico, en esta ocasión, ha sido la prometedora pintora e ilustradora Rosa Tortosa, la responsable de crear ex profeso obra inspirada en lo africano; que engalana las columnas y espacios adyacentes a este Salón de belleza africano. Un salón ideado y desarrollado por un equipo técnico de la Biblioteca.

Rosa Tortosa posando con uno de sus cuadros para el salón



Después de todo, las peluquerías son uno de los lugares donde más se practica la lectura, incluso por aquellas personas que no acostumbran a leer.

Ponerse al día sobre las últimas exclusivas de las celebrities parece tan inseparable del lavar y marcar, como los rulos lo son de un buen rizado.

 Hola, Semana, Diez minutos, Vogue, Telva, Muy interesante, el Marca o Man; son lecturas de lo más evasivas, pero no por eso hay que excluir lecturas de más largo recorrido. Los masajes de cuero cabelludo son el mejor estímulo para estar receptivos a la buena literatura. Así que hemos decidido llevar el concepto de la biblioteca sin muros hasta sus últimas consecuencias.



Durante los meses que dure esta acción artístico-bibliotecaria#3: Cánovas Hairculture, Españolo, Kela & Colás y NTX dispondrán de lotes de libros y novelas gráficas cedidos por la Biblioteca, para que su clientela pueda disfrutarlos mientras les atienden en la peluquería, o retirarlos en préstamo a domicilio. Trasladamos a nuestra ciudad la campaña de Costa de Marfil que es el origen de nuestro Salón de belleza africano, pero en nuestro caso, dirigida tanto a hombres como a mujeres.

Ahora más que nunca ¡Vive Acción artístico-bibliotecaria! La Biblioteca Regional y las peluquerías prometemos dejarte más favorecido que nunca.




SALÓN DE BELLEZA AFRICANO PATROCINADO POR:




miércoles, 14 de mayo de 2014

Salón de belleza africano



En Costa de Marfil las autoridades dotan de libros a las peluquerías para alfabetizar a las mujeres: lo laborioso de los peinados africanos da para mucho, y las mujeres son los verdaderos motores económicos de sus comunidades.

Ya lo contábamos en Trenzando lecturas y futuro, y desde entonces no dejábamos de darle vueltas a la idea.

Y en esas estábamos, cuando arrancamos un 2014 de marcado cariz africano, y una cosa ha ido llevando a la otra, hasta que hoy podemos anunciar el lanzamiento de un nuevo Picoesquina bajo el nombre de Salón de belleza africano.

Una cuidada selección dedicada no a África, sino a lo africano, que es mucho más interesante. No sólo lo componen libros, películas o música con denominación de origen africana, sino también creadores y obras de la más diversas procedencias, que desde hace siglos, se han inspirado en el continente que se despliega al otro lado del estrecho.



El imperio más hegemónico en las últimas décadas ha sido el estadounidense, y no es despreciable el porcentaje de esa hegemonía que reside en el poder blando, o lo que es lo mismo: en la colonización cultural del planeta. Pero por patrioteros que se pongan, el american way of life por muy anglosajón que se pretendiera, estuvo contaminado por lo africano desde un principio.




Esa irresistible cultura de masas que Estados Unidos exporta a todo el mundo, bebe de mil maneras distintas de las culturas de los esclavos africanos que ayudaron a levantar el imperio. El jazz, el hip hop, el blues, el rock, el pop, la moda, por todos fluye sangre africana, y todos ellos configuran la cultural global en la que vivimos inmersos el resto.

Una dulce venganza de los parias, que ahora se reproduce también con los latinos, aunque la legitimidad de la revancha más absoluta siempre pertenecerá a los afroamericanos: descendientes de uno de los episodios más vergonzosos de la historia.

Por todo eso queremos celebrar a lo africano, pero no sólo con esta selección de obras, hay mucho más. Auténticas sorpresas que desvelaremos mañana en este blog con la Acción artístico-bibliotecaria#3, dentro de la que se encuadra este Salón de belleza africano.

Sigan atentos a esta pantalla, lo nunca visto en la Biblioteca Regional (y probablemente en ninguna otra biblioteca) se pondrá en marcha mañana.

lunes, 12 de mayo de 2014

Bibliotecas-nido contra Godzilla



Nuestra compañera Lola M. Carrillo siempre dice que los lugares que definen a una comunidad son la iglesia, la escuela y la biblioteca, y hasta el momento, la historia le da la razón. Las agrupaciones humanas se han afianzado como sociedades cuando han permitido que surgiera alguna de estas instituciones.

Después vendrían otras, pero entre las que primero se erigían, destacaban las que proporcionaban consuelo para el alma, transmisión de conocimientos, y refugio a la memoria y la cultura. Algunos dirán que habría que incluir al burdel, pero hablamos de la crónica oficial, la oficiosa aunque esencial para estudiar a una sociedad, siempre queda postergada a crónicas secundarias.

En este ámbito, la biblioteca ejercía un fuerte papel de socialización; y el ejemplo más reciente sería la manera en que el traumatizado Japón se recupera de los desastres naturales que lo desvastaron hace ahora tres años.

Durante este tiempo, en las zonas arrasadas por el tsunami, están restituyéndose los pueblos totalmente desaparecidos mediante casas prefabricadas. Arquitectos nipones se han lanzado con la meticulosidad que les caracteriza, a diseñar modelos que faciliten el realojo de los miles de desplazados. Entre las soluciones de emergencia que se han tenido que adoptar, se incluye el uso de contenedores reconvertidos en viviendas.

Y en estas villas despersonalizadas, una vez atendidas las necesidades más acuciantes, lo más importante a continuación, es crear comunidad, espacios que permitan que resucite esa sociedad civil que la catástrofe hizo desaparecer.

Hideaki Kawabata es un emprendedor que dirige Biblioteca para el mundo, una organización que está fundando bibliotecas en las prefecturas que fueron más afectadas por el terremoto y posterior tsunami. Puede que las viviendas sean temporales, pero Kawabata supo ver que la mejor manera de mitigar el trauma y la sensación de desamparo, era creando un lugar en el que la comunidad tomase conciencia de sí misma, y estrechase sus lazos. Y ¿qué lugar podía ser ese más que una biblioteca?



En los momentos posteriores al desastre, Kawabata entregó artículos de socorro para mitigar la
situación de los evacuados. Pero fue cuando supo del deseo expresado por los supervivientes y desplazados, de poder leer, cuando se lanzó a donar libros, cómics y demás materiales de lectura para los refugios. Y una cosa llevó a la otra, y Kawabata, propietario de una empresa para organizar eventos: se ha convertido en un mecenas que va creando bibliotecas en esos pueblos temporales, para que como dice él "las personas puedan conectarse unas con otras".

Una vez más, la biblioteca-nido demuestra su vigencia, esta vez, en una de las sociedades más avanzadas del mundo. Todo un ejemplo de que por mucho que el Godzilla digital (el monstruo que representa el catastrofismo japonés por excelencia, y del que se estrena nueva versión esta semana) amenace con engullirnos, seguimos cumpliendo nuestro papel en el mundo actual.

Y si abrimos el post con la apocalípticamente lúbrica versión de la famosa ola de Hokusai, por parte de la ilustradora Yuko Shimizu (de quien son el resto de maravillosos dibujos), lo cerramos con la calma y la belleza del músico japonés Cornelius. Toda una sugerencia para abrirnos de orejas, y dejarnos llevar por la irresistible creatividad nipona.





jueves, 8 de mayo de 2014

BRMU, alias "la biblioteca del Zig Zag"



Identidad oculta, obra de Mizu-Chick

Más de un urbanita ha quedado impactado cuando al visitar alguna pedanía, ha descubierto la costumbre de anunciar los fallecimientos de los vecinos, mediante megafonía desde un coche. Ya de por sí, impacta para alguien acostumbrado al anonimato capitalino, pero aún sorprende más, cuando se atiende al modo en que se anuncian las identidades de los fallecidos.


Una vez vociferada la luctuosa noticia, al nombre del difunto se añade la coletilla: "conocido cariñosamente por todos como…" y a continuación viene el mote que tuviera el susodicho en vida.

Lo de los apodos en los pueblos merece un estudio en detalle; y el investigador Jesús Ramírez Martínez de la Universidad de la Rioja ha publicado varias investigaciones sobre esta costumbre ancestral que resultan de lo más interesantes:

"los apodos constituyen un discurso sintético y muy rentable, por la economía de lenguaje que suponen, además de clarificador y generador de lazos convivenciales y de producciones lingüísticas de una gran creatividad" [El uso social de los apodos como discurso sintético en las sociedades rurales. Revista Sociedad y discurso nº 19]

Claro que Ramírez Martínez también deja claro que: "algunos apodos distan mucho de ser vocablos agradables y positivos para quienes los portan". En otras palabras, que un mote puede ser una losa que caiga sobre ti y tu familia, y contra el que poco puedes hacer.

En nuestro caso no hemos salido mal parados, la Biblioteca Regional está en la ciudad, pero eso no ha evitado que muchos nos hayan colocado el mote de ser la "biblioteca del Zig Zag". No esta mal, no dejamos de ser también un centro de ocio, en nuestro caso nuestro apodo aclarativo no se convierte en sambenito.

La etnología nos apasiona mucho, pero no es por este motivo por el que nos ha dado por hablar de motes y apodos. La razón es que con nuestro nuevo catálogo web 2.0, hasta nuestros usuarios van a tener motes. Eso sí, totalmente voluntarios y elegidos por ellos mismos. Si se accede personalizando la sesión, ofrece la posibilidad de ponerse un alias. Lo que decíamos en el post anterior: la aldea global copiando con descaro a la aldea rural.

Y en tan sólo cinco días que llevamos con él, ya han sido unos veinte usuarios los que se han bautizado a sí mismos. Claramente más que motes serían seudónimos: primero porque los eligen ellos, y segundo, porque desde la biblioteca ni siquiera podemos modificarlos. Los apodos de nuestros usuarios, son potestad absoluta de ellos. Así que a partir de ahora (tal y como decía Jesús Ramírez) generaremos más lazos convivenciales con nuestros usuarios






A algunos parecerá una tontería, pero jugar con la identidad a través del nombre es un acto de autoafirmación. Puede servir para camuflarse, o por el contrario, para desvelarse a través de lo que sugiera el alias elegido.

¿Habrían tenido el mismo éxito escritores como Pablo Neruda,
Azorín, Oscar Wilde, Mark Twain o George Elliot, de haber mantenido sus verdaderos nombres (Neftatlí Reyes, José Martínez Ruiz, Oscar Fingal O'Flahertie Wills, Samuel Langhome Clemens, Mary Ann Evans, respectivamente)? Probablemente sí, porque el talento no necesita bautizos, pero sin duda sus exitosos seudónimos resultan mucho más atractivos.

Y qué decir de las estrellas, ¿habrían tenido tanto poder de evocación nombres como Margarita Cansino, Norma Jean Baker, Theodosia Goodmann o Greta Lovisa Gustafsson, de no haber sido suplantados públicamente por los de Rita Hayworth, Marilyn Monroe, Theda Bara o Greta Garbo? El caso más rocambolesco tal vez sea el de Prince, que pasó a denominarse con un símbolo impronunciable, y terminó llamado por los medios como "el artista antes conocido como Prince".



Las razones para elegir un seudónimo han sido de lo más variadas. Desde autoras travestidas bajo seudónimos masculinos para poder saltarse las barreras impuestas a su condición de mujeres, hasta camuflajes de identidad para dar un giro a sus carreras (es paradigmático el caso de la archifamosa J.K. Rowling, que bajo el nombre de Robert Galbraith, intentó esquivar los prejuicios hacia su figura, al acceder a la literatura para adultos, con su obra El canto del cuco), por estrategias editoriales, o por puro capricho literario.

Elegir un nombre distinto al que nos impusieron al bautizarnos, no deja de ser un acto de soberanía personal, un juego saludable con la identidad. Chats, redes sociales, foros, cuentas de correo, que lance una piedra el primer internauta que no ha recurrido a algún alias (en esto se incluye también el hecho de no firmar, dejando que nuestros comentarios aparezcan bajo el nombre de Anónimo). Siempre que no sea para esconderse cobardemente cual troll sin vida propia: bienvenidos sean todos los seudónimos libremente escogidos.

Se airea la intimidad a través de las redes sociales, y al tiempo se escoge ocultarse tras seudónimos. Mostrar y esconder, después de todo ése es el truco de la seducción. Y Graciela Mendoza fue una clarividente, cuando allá por los 80, ejemplificó a la perfección en el vídeo para su versión del tema Private life (Vida privada), ese baile de máscaras en el que ahora estamos todos inmersos.