viernes, 31 de octubre de 2014

Próximamente...


"en la BRMU siempre encuentras algo que ponerte"




Acción artístico-bibliotecaria#4



miércoles, 29 de octubre de 2014

Música y pinceles

Pintura de Miles Davis


El jazz hecho pintura de la mano de Davis
La creatividad es inquieta por naturaleza, y siempre anhela nuevos horizontes. Independientemente de la disciplina artística en la que cada cual se exprese, siempre hay mil conexiones que surgen aquí y allá, y la necesidad de expresarse rebasa en muchos individuos los límites del arte que les ha hecho célebres.

En el caso de la música y la pintura siempre han existido vasos comunicantes, más o menos obvios. Nada como la música para expresar lo abstracto, y transformarlo en sentimiento; y la representación de la realidad a través de los pinceles, siempre requiere de un grado de abstracción que hace que la terminología musical y pictórica, sean intercambiables la mayoría de las veces, a la hora de intentar describir tanto un cuadro, como una melodía.

Ya lo dijo Kandinsky, no por nada precursor de la abstracción lírica en la pintura:

“un cuadro debe estar compuesto como una sinfonía, y debe percibirse como una sinfonía de los sentidos y los colores”

Y algo así debía sentir el gran Miles Davis, cuando a mediados de la cincuentena se lanzó a expresarse a través de los pinceles. Algunas de sus pinturas sirvieron para la portada de discos suyos como Amandla, y ahora han sido recopiladas y publicadas bajo el título de Miles Davis: la obra de arte recopilada.

Pintura de Bob Dylan

Pero desde luego que no ha sido sólo Davis el único músico interesado por la pintura. Ya dedicamos un post a David Bowie y su faceta como artista plástico, pero hay muchos más, y algunos de lo más sorprendentes. Sin ánimo de exhaustividad nos vienen a la memoria desde Bob Dylan, a Marilyn Mason, Joni Mitchell, Carlos Berlanga, Paul McCartney, Pete Doherty o la mismísima Lola Flores, que a la pregunta de un periodista sobre cuál era el estilo de su pintura, fue de lo más concluyente: "Ninguno, yo pinto flamenquitas, y ya está"

Edgar Allan Poe visto por Marilyn Mason
 
Autorretrato de Joni Mitchell con ciervo 
El estilo pop de Carlos Berlanga


Pintura de Paul McCartney
Pintura de Pete Doherty
Una de las flamenquitas de Lola Flores

jueves, 23 de octubre de 2014

Con una tablet bajo el brazo




Nativos digitales, emigrantes digitales, ciberricos, ciberpobres. Los conceptos que ha dado de sí la revolución tecnológica que estamos viviendo, parecieran empeñados en crear separaciones, más que ese espacio común de la red de redes. En realidad, lo único que subyace a tanta categoría, es la ansiedad por no quedarse fuera, por no dejar que los tiempos pasen sobre nosotros como una apisonadora.

Uno de los temas mas repetidos ha sido el de la brecha generacional que separa a los nacidos digitales de los nacidos analógicos, casi siempre destacando la prodigiosa destreza de los jóvenes. De esta cultura global en la que nos movemos, que lleva desde la década de los 50 del pasado siglo, glorificando a la juventud: no cabía esperar otra cosa. Pero no sabemos si alguien ha señalado en algún sitio las ventajas de lo que están entre los 40-50 años, y que nacieron analógicos, pero se han puesto las pilas más o menos en la era digital.

En esa franja de edad, la perspectiva que da el
haber vivido en ambos mundos, puede ser un arma de lo más poderosa, siempre que no se pierdan las habilidades adquiridas previamente a la eclosión digital. Saber surfear habilidosamente por la red, y al tiempo tener la capacidad de un razonamiento de más largo recorrido, sin la obligada inmediatez y volatilidad de la lógica binaria. El ser una generación bisagra puede tener múltiples ventajas (¿se nota en que franja de edad se sitúa la mayoría de la plantilla de la BRMU?, ¿no?)

La Academia de Pediatría Norteamericana no trata estos asuntos, pero acaba de  hacer unas recomendaciones que algo tienen que ver. Por supuesto, siguen aconsejando a los padres que lean a los bebés desde su nacimiento. Pero ahora además, la prestigiosa institución recomienda que se evite a los niños menores de 2 años ningún tipo de contacto con pantallas, y como máximo dos horas, a los que superen dicha edad.

Las prevenciones a que los niños aprendan a leer en digital son varias. Según algunos estudios, la lectura en digital puede socavar la dinámica que impulsa el desarrollo del lenguaje. Los padres que leen a sus hijos en digital pasan más tiempo centrándose en el propio dispositivo que en la historia; mientras que los progenitores que siguen leyéndoles en analógico establecen más diálogos con los niños. Del otro lado están lógicamente, los editores de libros electrónicos, que destacan que la interactividad  es una ventaja educativa. ¿A quién creer?

El efecto Baby Einstein, así llamado por la popular serie de vídeos educativos infantiles, provocó todo un revuelo en 2009, al ser acusados de resultar negativos a la hora de desarrollar el lenguaje en los niños. Tanto es así, que la compañía Walt Disney, tuvo que reembolsar el dinero a los padres que habían comprado los vídeos, ante la amenaza de una denuncia colectiva.



En el fondo de toda la cuestión, como dice un responsable de la Asociación Nacional para la Educación Infantil de los Estados Unidos: la mayor amenaza de los libros digitales, es que los padres abdiquen de su responsabilidad educativa. Y que los libros digitales se conviertan en la niñera de las nuevas generaciones, como antes lo fue la televisión.

El tema promete mucho más debate, pero de momento nos quedaremos con este divertido vídeo de unos niños enfrentados a la edad de piedra digital.




Fuente: New York Times

lunes, 20 de octubre de 2014

No en mi nombre


Cada vez más, lo difícil no es levantar la voz para protestar contra algo que nos repugna, lo realmente trabajoso es evitar que nos secuestren la voz y nos incluyan en esas mayorías silenciosas que tanto bien hacen al poder. Lo difícil es exigir que lo algunos vociferan nunca sea en nuestro nombre, que el que calla, no siempre otorga; y por eso llegado un punto, lo más importante es alzar la voz para evitar cualquier posible confusión.

Es lo que han hecho unas cuantas voces valientes en el reportaje de este fin de semana en el XLSemanal que se distribuye con muchos periódicos de toda España. Siete musulmanes que viven en España, alzan sus voces para que nadie se confunda. En tiempos proclives a la simplificación, a la demonización del otro, a la falta de matices en las confrontaciones de todo tipo, el que Rachid, Ferdaos, Zinar, Riay, Vian, Kenza, o Souhail declaren bien alto (en el XLSemanal, y muchos otros, a través de twitter con el hashtag #NoinMyName, No en mi nombre) que la barbarie, la locura del Estado Islámico que recupera lo más tenebroso del medioevo en el pleno siglo XXI secuestrando el Islam, no tiene nada que ver con ellos.

Nuestro compañero Rachid lo dice alto y claro


Rachid junto a nuestra ex-compañera
Nazaret, representando una pareja
para la Brújula para tebeos



Y aparte de lo necesario y esperanzador del reportaje, en concreto nuestra biblioteca tiene un motivo añadido para sentirse orgullosa. Nuestro compañero Rachid Mohyi es una de las voces más claras respecto a la infamia del fanatismo que una vez más corre el riesgo de estigmatizar a esa mayoría silenciosa de musulmanes, que a lo largo del planeta, abominan de esta barbarie.

Siete años lleva Rachid en nuestra biblioteca, siete años siendo ejemplo de lo fácil que es convivir y enriquecernos mutuamente sea cual sea nuestro origen.

En la novela Taxi, un auténtico éxito en el mundo musulmán que estuvo en nuestro recién clausurado Salón de belleza africano; las conversaciones del protagonista con los conductores de los taxis que va tomando para desplazarse por El Cairo, sirven de retrato social inmediato de muchas de las frustraciones, anhelos, miedos, deseos y problemas del mundo árabe. Su autor, Halid Hamisi, consiguió tomar el pulso a la realidad diaria del árabe medio, lejos de iluminados, y profetas de un nuevo régimen del terror.

Lo cotidiano siempre resultará la mejor vacuna contra el estereotipo que los integrantes de este Estado Islámico, junto con la connivencia sensacionalista de algunos occidentales quieren vendernos del Islam en su conjunto.

Por eso, grupos como el libanés Masrou’ Leila, consiguen traspasar con la belleza de su música mucho más allá, lanzando un mensaje de libertad y normalidad. Nosotros también tomamos ese taxi, viajando sin miedo camino del mejor refugio contra el fanatismo: una biblioteca. Como reza la letra de la canción: “puedes conducir o ser conducido, la elección es tuya”.



viernes, 17 de octubre de 2014

Cuestionario BRMU: Rosa Tortosa

Rosa Tortosa

Rosa Tortosa, la creadora que ha participado en nuestra última acción artístico-bibliotecaria, es con quien estrenamos esta nueva sección del blog titulada Cuestionarios BRMU. Queremos saber, que decía la Milá por los 90, pero sin tanta vehemencia; y por eso vamos a procurar que nos contesten a este cuestionario, en principio, todos los creadores, y colaboradores que están haciendo posibles nuestras acciones artístico-bibliotecarias.

A través de ellos queremos tomarle el pulso cultural a Murcia, para comprobar que la vida cultural murciana está viviendo buenos tiempos pese a todo.

Nuestro Salón de belleza africano, en el que se incluían las obras de Rosa Tortosa, ya se desmanteló; pero los cuadros de Rosa seguirán aún durante 15 días para que se puedan seguir disfrutando en la planta 0 de nuestra biblioteca. Así pues, cualquiera que quiera lucir un Rosa Tortosa en el salón de casa, puede contactar con la creadora.



Nacida en
Murcia

Formación
Licenciada en bellas artes por la universidad de Granada. Además realicé estudios de maquinaria escénica.

¿Qué te hizo decidirte por la pintura, la ilustración y el dibujo?
Desde siempre ha sido el lenguaje que me ha resultado más fácil para expresarme.

¿Qué artistas son tus favoritos?:
Magritte, Kitaj, Chris Johanson, Isidro Ferrer o Paula Rego...y muchos nombres de personas que trabajan en el ámbito de la ilustración actualmente.

Una ciudad:
Para visitar New York.

Una época para vivir:
Ésta en la que vivimos.

Movimiento artístico con el que te identificas:
Expresionismo, arte pop.

¿Qué crees que fuiste (o te gustaría ser) en otra vida?:
Bateria de un afamado grupo de rock de chicas.

En Murcia: un sitio para comer, un sitio para visitar, un sitio para ir de copas:   
Para comer: Uno donde te sirvan una buena marinera y una cerveza fría de verdad. Un sitio: paseo del malecón. Un bar de copas: Uno con conciertos en directo.

Libro-película-música de cabecera:
Libro: Sin noticias de Gurb.  Peli: Atrapado en el tiempo. Música: Franco Battiato.

¿Qué harías por amor al arte, y qué harías sólo por dinero?:
En nuestra profesión, trabajar por amor al arte es una trampa. Muy bien gestionada en las propuestas que se nos ofrecen  y planteada con la idea de la “promoción” que no nos beneficia demasiado  a las personas que queremos ganarnos la vida en el ámbito artístico.

Una web que visites día sí, día también:
La web de la cuenta corriente bancaria...y no precisamente por los movimientos en alza.

¿Está viva Murcia culturalmente?:
Si. Las ganas, mucho potencial y el momento que estamos viviendo hacen que estén siendo más visibles otros circuitos. Lo que suma y hace parecer a Murcia una ciudad más rica.

¿Lectura en papel o en digital?:
 Ambas.


¿Biblioteca o Google?:
Ambos. Biblioteca por una cuestión de encuentro, por lo palpable y google por su inmediatez.

Lo mejor de la Biblioteca Regional:
La sección de cómic.

Lo peor de la Biblioteca Regional:
La lejanía.

Participar en una acción artístico-bibliotecaria ha sido…
Una buena oportunidad para hacer llegar mi trabajo a más gente.


miércoles, 15 de octubre de 2014

El infierno son los demás

Tony Manero en pleno disco inferno

Que las bibliotecas estamos empecinadas en sobrevivir, le queda claro a cualquiera que haya seguido mínimamente este blog. Por eso nos gusta fijarnos en las ideas que tienen las bibliotecas estadounidenses: tan desprejuiciadas a la hora de buscarse la vida, para conseguir mantener su oferta e incluso hacerla crecer.

En la ciudad norteamericana de Coueur d'Alene (Corazón de Alene, nombre poético donde los haya para una ciudad), se han inventado una forma para recabar fondos para sus bibliotecas que no puede ser más divertida. Disco inferno, es un maratón de canciones y baile disco cuya taquilla irá destinada a la adquisición de documentos para sus bibliotecas escolares. ¿Qué mejor manera de celebrar la importancia y vigencia de las bibliotecas que un festival de música disco? Aquí no celebramos este tipo de eventos, pero aspirantes a Tony Manero bibliotecario, no iban a faltar.

Si por algo brillaba la era de la música disco era por la falta de prejuicios, por la defensa del hedonismo más libre y despreocupado. La alegría de lo hortera como máximo exponente de las ganas de vivir. Así que sacudirse al ritmo de himnos como I will survive, High energy, Knock on wood o Stayin' alive, sienta muy bien para espantar cualquier pesimismo sobre el futuro de las bibliotecas. Viendo este montaje de estampas de la época, no puede resultar más divertido y deseable el Disco Inferno que da nombre al evento, y al que cantaban The Trammps.





Hace décadas para recaudar fondos para un centro cultural como una biblioteca, lo conveniente habría sido recurrir a una velada literaria, a un recital de poesía, o algún evento apropiado de un templo de la alta cultura como eran las bibliotecas. En la actualidad, es la música disco la que sirve a tales fines; lo que decíamos en la última entrega de nuestra BRMU Bizarra demuestra toda su vigencia: “la cultura más viva no puede respirar en lo académico sin dejarse contaminar”. 

Y precisamente en el Babelia de este pasado sábado, se preguntaban: ¿por qué cultura es la palabra más buscada? Un artículo a cuenta del hecho de que entre las palabras más buscadas en la edición digital del diccionario de la RAE se encuentren precisamente: cultura, y bizarro. Respecto a bizarro, los académicos sospechan que la razón de que este término en desuso despierte tanto interés se debe no tanto a su significado en castellano (valiente, generoso) como a la influencia del término inglés bizarre (estrafalario, raro). En este blog reconocemos nuestra culpa en este sentido, así la utilizábamos en nuestra serie bizarra, pero todo hay que decirlo, plenamente conscientes de este barbarismo.

Dante y Virgilio en el noveno círculo del infierno

Pero lo que más nos gusta es la reflexión del argentino José Emilio Burucúa con que se cierra el artículo, y que encuentra la explicación a que la palabra cultura sea tan buscada. Según el ensayista argentino, ese interés es porque la vemos como nuestra tabla de salvación. Una tabla que ya flota tanto sobre la cultura según el concepto más clásico, como sobre el más popular. Y en ocasiones en el filo de ambas, como es el caso del precioso corto animado con que cerramos el post. Dos representantes de la alta cultura: el ilustrador Gustave Doré soñando el infierno de Dante, en un corto animado de indudable aire decimonónico y lirismo postmoderno.

Tras haber pasado por el infierno disco, y el infierno de Dante, sólo nos queda invocar a Sartre cuando decía aquello de que el infierno son los demás. Es cierto. Estamos de acuerdo. Entre todos formamos el infierno cuando nos falta la suficiente cultura como para desarrollar nuestro propio juicio crítico. Tal es así, como la RAE define la palabra cultura en su primera acepción. 




lunes, 13 de octubre de 2014

Silencio

Logo de Silencio Productora de Radio Televisión, propiedad de Jesús Quintero

Hay mucha literatura (y alguna muy mala) sobre el acto de leer. Las buenas intenciones a la hora de hacer proselitismo sobre las virtudes de la lectura, suelen ser como mantras que repiten los ya conversos a otros conversos. "El verbo leer, como el verbo amar, o el verbo soñar, no soporta el modo imperativo" que dijo Borges. Por eso, cuando más se empecina uno en convencer al que no lee de que leer es maravilloso, más se predica en el desierto

Es mejor dar cuenta de iniciativas que convierten el acto de leer en algo distinto a lo que presuponen esos no lectores, y si hay algo que puede sorprenderles es que se convierta en un acto social. Sí, de acuerdo, están los clubes de lectura, o las lecturas públicas, pero es que no se trata de eso, se trata de estar juntos para hacer algo que no precisa de compañía. Y he aquí la originalidad del Silent Reading Party.

Estas fiestas silenciosas, consisten en reunirse en cafeterías y bares, para leer en grupo, en silencio. Incluso en Nueva Zelanda, van un paso más allá y a través del Slow Reading Club, quedan para leer y hacerlo despacio, en una burbuja de tranquilidad. Una manera de resistirse al ritmo que nos quieren marcar las nuevas tecnologías, y el vértigo de los tiempos.

La voz de la luna de Fellini, según Milo Manara
Ya hemos citado esta frase alguna vez, pero volvemos a recuperarla: “creo que si todos guardáramos un poco de silencio podríamos comprender cualquier cosa”, que decía Roberto Benigni encarnando al protagonista de La voz de la luna de Fellini. Y por eso es importante que preservemos pese a todo el silencio en determinados espacios de la biblioteca. Le da un cierto aire sagrado, ceremonial, que cada vez es más difícil encontrar fuera de las iglesias, y a veces ni en ellas. Tal vez así, a los artífices de las fiestas silenciosas de lectura, les daría por incluir a las bibliotecas junto con los bares y cafeterías como lugares para sus encuentros.

Ya se lo preguntaba León Felipe allá por los años 40 del siglo XX: ¿Por qué habla tan alto el español?Este tono levantado del español es un defecto, viejo ya, de raza. Viejo e incurable. Es una enfermedad crónica.” Felipe, encontraba la explicación rastreando en nuestra historia. Y no le faltaba razón, pero bien estrenado el nuevo siglo, seguimos igual, vociferando sin pensar mucho si se molesta.

Que nos lo digan a nosotros, cuando algunos sábados se nos desmanda en exceso la chiquillería que acude a las actividades. Hasta habíamos pensado en contratar a un mimo que sobre un pedestal recibiera a los niños con el dedo índice sobre los labios (para diversión de algunos, y grima de otros), a ver si así concienciábamos a niños, y sobre todo a algunos padres. Mimo mi biblioteca se podría llamar el invento, y así también aprovechábamos para fomentar el civismo en el cuidado de los libros y las instalaciones de la biblioteca. De momento no vamos a hacerlo, pero ahí está la idea (así, si alguien lo hace, al menos podremos decir que fue nuestra).

Pero volviendo al poder del silencio, desde la misma psicología, algunos especialistas defienden las virtudes que puede tener el silencio en la comunicación humana. Uma Thurman se lo dejaba muy claro a John Travolta en una célebre conversación típicamente tarantiniana en Pulp Fiction:
- ¿No los odias?
- ¿El qué?
- Estos incómodos silencios. ¿Por qué creemos que es necesario decir gilipolleces para estar cómodos?
- No lo sé, es una buena pregunta.
- Entonces sabes que has dado con una persona especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y compartir el silencio. 



El periodista Jesús Quintero, ha convertido en estilo propio el uso de los silencios en sus entrevistas, primero en la radio, y después en la televisión. 

Y hasta en la literatura, donde difícilmente se puede representar el silencio, Vila-Matas, planteó toda una disquisición sobre el poder del silencio como respuesta literaria a través del síndrome de Bartleby (“la pulsión negativa o la atracción por la nada que hace que ciertos creadores, aun teniendo una conciencia literaria muy exigente […] no lleguen a escribir nunca […] o renuncien a la escritura"). El silencio como una manera de constatar la impotencia de las palabras para transmitir lo que se siente, lo que se piensa, lo que se quiere expresar pero a lo que nunca alcanza el lenguaje escrito.

Ante esta constatación de Vila-Matas en su novela Bartleby y compañía, y antes de que alguien nos espete lo que Juan Carlos I a Hugo Chávez; vamos a callarnos de una vez, y a disfrutar del silencio como nos proponían los Depeche Mode.



miércoles, 8 de octubre de 2014

Están lloviendo libros

Defiende la libertad de leer...legalmente

Desde hace dos días, no utilizar la biblioteca no tiene excusa, porque la biblioteca ya la tienes en casa. Ni que está muy lejos, ni que está lloviendo, ni que tienes poco tiempo, ninguna de estas excusas sirven, porque desde el pasado lunes cualquiera que tenga un carné de biblioteca: puede disfrutar de la plataforma de préstamo de libros electrónicos Ebiblio Murcia, que se ha puesto en marcha para toda la Red de Bibliotecas Públicas de la Región.

Más de 1000 títulos sobre todas las materias, y mucha, mucha literatura, incluyendo las novedades más apetitosas, están esperando que te las descargues cómodamente desde casa, o las leas en la nube. El parche de pirata que ya estaba a punto de delatar a más de uno, se desvanece al poder descargarse legalmente las novedades más apetitosas. ¿Conseguiremos poco a poco bajarnos del triste pódium de país más pirata?

De momento, gracias a la colaboración entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Consejería de Educación, Cultura y Universidades, a través de la Biblioteca Regional, cada vez perderá más sentido el enriquecer a terceros a costa del esfuerzo de los autores.

Los libros pueden leerse en múltiples soportes, y para aquellos que les apetezca leerlo en un ereader, que no olviden que en la Biblioteca Regional también prestamos dispositivos para la lectura electrónica desde hace cuatro años. Ebook+ereader el combinado perfecto para todo lector deseoso de lanzarse a la lectura digital.

Descubre todos los detalles del nuevo servicio en nuestra web y a partir de ahora usa la biblioteca desde cualquier sitio.


Y precisamente en esta semana en que lanzamos eBiblio Murcia, nos llega una noticia desde Brasil de una borrasca que estamos deseando cruce el charco y descargue con toda virulencia en nuestro país. Nube de libros, así se llama la biblioteca digital multiplataforma en la que pagando 3 euros mensuales, se tiene acceso a más de 30.000 libros electrónicos. Algo que el académico de las letras brasileñas, Arnaldo Niskier, sostiene es el mejor remedio contra la piratería (y las bibliotecas públicas, añadimos nosotros).


   
Libro donde se recoge el modelo de
 la Comicteca de la BRMU
Casualmente, también desde Brasil, concretamente de Sao Paulo, nos llega otra noticia que nos llena de orgullo y satisfacción. La red de bibliotecas de Sao Paulo va a adoptar el modelo de nuestra Comicteca para la creación de espacios de estas características en sus bibliotecas. Parece que las lluvias con que ha debutado este otoño, nos traen por fin algunas buenas noticias. Que siga la racha.

Y cerramos con una anécdota que viene muy al caso. En una librería cercana a nuestra biblioteca, han instalado un stand en la calle con libros por sólo 0.50 euros, y el eslogan con el que los publicitan es toda una declaración de principios. Nosotros nos lo podemos apropiar, pero adaptándolo: eBiblio Murcia, más práctico que piratear.


lunes, 6 de octubre de 2014

Descaradamente diferentes

Todo lo que decimos lo decimos con mucha dulzura

Golosinas Fini es una de las empresas por las que puede sacar pecho el sector empresarial murciano. Fundada en la década de los 70, esta empresa de fabricación y distribución de golosinas con sede en Molina de Segura, ha sabido adaptarse a los tiempos, y desarrollar una competente política empresarial que les ha llevado a expandirse por Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Chile.

Siguiendo su web, descubrimos que su acción social incluye su colaboración con la Fundación Theodora, una organización integrada por payasos, magos, cuentacuentos, músicos, etc…, que alivian la estancia de los niños enfermos en los hospitales (también podrían patrocinar actividades en bibliotecas, es sólo una idea). Al mismo tiempo sus campañas publicitarias están bien diseñadas, y su posicionamiento en las redes sociales con campañas como Díselo con dulzura, denotan una buena estrategia de comunicación, peeeeeeero…..Siempre tiene que haber algún pero. Es poca cosa, y a pocos importará, pero siendo como somos bibliotecarios no podíamos dejar de señalarlo.

Pippi Calzaslargas incitando a la lectura a Lisa Simpson en la biblioteca

Su actual campaña publicitaria está protagonizada por un trasunto de Pippi Calzaslargas, y se desarrolla en diferentes escenarios. El argumento es siempre similar. La pelirroja con coletas irrumpe en algún escenario donde un personaje en blanco y negro, triste y aburrido, es bombardeado por una golosina lanzada por la niña, que le transforma inmediatamente en un ser a technicolor, y poseído por el baile de San Vito.

Uno de los spots se desarrolla en un estadio. ¿Y el otro?, como no: en una biblioteca. La bibliotecaria más canónica posible, con moño, gafas y en blanco y negro, recibe el impacto de la golosina y se transforma en una rubia minifaldera que parece recién salida de un after. Tal es el azogue que sacude su cuerpo.





Ok, aceptamos que el estereotipo de bibliotecario está más que arraigado, y que en la publicidad parece dar mucho juego (véase el polémico anuncio de Pepsi-Cola), pero si el eslogan que sostiene la campaña es el de ser descaradamente diferentes, ¿por qué no se lo han aplicado a la hora de idear el anuncio?

Descaradamente diferente sería presentar a la biblioteca como un sitio tan excitante como una bolsa de golosinas. Los niños que acuden a nuestra biblioteca así lo viven cada sábado con las actividades que montamos para ellos. Descaradamente diferente hubiera sido presentar a la bibliotecaria como alguien que tiene la clave para encontrar miles de historias, aventuras, fantasías y juegos que divierten tanto como tener la lengua llena de peta-zetas. Descaradamente diferente habría sido presentar un espacio cultural como algo apasionante para los niños, y no como un sitio amuermante y aburrido. Un inciso, (y por esto nos va a caer alguna bronca) a nuestras compañeras de Infantil y Juvenil les cuesta menos irse de fiesta que a Pippi hacerse las coletas. Fin del inciso.

No por nada, Astrid Lindgren, la escritora creadora de Pipi Calzaslargas fue una mujer independiente, feminista y avanzada a su tiempo en muchos aspectos, que empezó a escribir sus célebres relatos para divertir a sus hijos, y amaba los libros y a las bibliotecas. No somos tan ingenuos como para esperar que la publicidad derribe estereotipos, cuando son tan útiles para vender. Pero como bien cuenta Thomas Frank en su interesante ensayo sobre el nacimiento del consumismo moderno, La conquista de lo cool: las agencias de publicidad más míticas en los años 60 estadounidenses (esas que retrata tan certeramente la serie Mad Men) abrazaron la contracultura porque vieron que los tiempos estaban cambiando, y que el público huía de los lugares comunes.

Pero que quede claro que estamos más que acostumbrados al estereotipo. Cada profesión tiene el suyo, y los publicistas lo único que hacen es explotar el imaginario colectivo (y ajustarse al gusto del cliente). Pero desde aquí sólo queremos, modestamente, hacerles una sugerencia: sorprender desmontando sambenitos hace que los anuncios se fijen con más fuerza en la memoria del consumidor, sobre todo si se trata de un niño.

Y si no que se lo digan a la llamada generación de La bola de cristal, el tan recordado espacio infantil de televisión en los 80. Los que ahora están entre los 30 y los 40, han creado toda una mítica alrededor de lo innovador que era ese programa; en cambio, los que ahora están en la veintena no recuerdan de igual manera a Leticia Sabater (a la que por cierto se parece, en la actitud, la rubia desfasada en la que se transforma la bibliotecaria una vez engulle la golosina).





viernes, 3 de octubre de 2014

Donde hoy hay un cómic, mañana habrá ¿...?

Joker y su ¿novia? Harley Quinn
según el portentoso trazo de Alex Ross


En el Hay Festival que se celebró la pasada semana en Segovia, se llevó a cabo un encuentro  entre los escritores Gabriel Albiac, Javier Gomá y Cesar Antonio Molina, moderada por el director de ABC, Bieito Rubido, en la que se abordó la situación de la cultura en nuestro país.

No podemos estar más de acuerdo con la mayoría de reflexiones a las que dio pie esta charla. Desde la denuncia del director de ABC: “Uno de los errores de todos los gobiernos  es abandonar el impulso a la cultura”, pasando por Javier Gomá que sostuvo que: “la economía y las políticas tienen por fin satisfacer los deseos de los ciudadanos, pero es la cultura la que moldea esos deseos”, o el ex ministro Molina: “Solo somos conocidos en el mundo por nuestra cultura […] en todo el globo saben quiénes son Cervantes o Picasso”. En cambio, a otra de las aseveraciones de Cesar Antonio Molina sí le encontramos algún pero: “estamos perdiendo todos los referentes de nuestra cultura […], y los clásicos están siendo sustituidos por cómics”.

Teniendo una de las mejores comictecas del orbe bibliotecario es normal que esa pulla hacia los
cómics nos recoma un poco. Es más que probable que en las palabras de Molina no hubo el más mínimo desprecio hacia el cómic, y que simplemente era una forma de expresar ese abandono de los cánones culturales por  sucedáneos. Pero resultan de lo más oportunas para reabrir un debate que siempre está latente en el aire educativo, y por supuesto, bibliotecario.

Las adaptaciones de clásicos inevitablemente suponen un reduccionismo en viñetas de la riqueza de los originales; pero en ningún caso se plantean como sustitutos. Sirven más bien de señuelos con los que seducir a los lectores más inexpertos.

Repasando las colecciones que se han dedicado a este didactismo bien entendido, nos encontramos desde: la colección de Bruguera de los 70, Joyas literarias juveniles, que recientemente se ha reeditado para explotar la nostalgia de los que rondan los cincuenta;  las adaptaciones que la editorial SM ha publicado con algunos de los mejores dibujantes; o las versiones manga de obras capitales de la filosofía por parte de la editorial Herder.

¿Es preferible que los niños conozcan los nombres de Nietzsche, Bécquer, Homero, Maquiavelo, Shakespeare o Rousseau aunque sea de manera esquemática, antes que no conocerlos?, ¿les puede despertar la curiosidad para que más adelante deseen acudir a las fuentes? El viejo lema de “donde hoy hay un cómic, mañana habrá un libro”, no resulta nada fiable ( lo que debería haber es tanto un cómic como un libro). Y también se puede extender la pregunta más allá del público juvenil: ¿es mejor que se lean best sellers de usar y tirar antes que no leer nada?

Difíciles preguntas que son casi tan antiguas para educadores y bibliotecarios como los propios clásicos. En cualquier caso, sea cual sea la respuesta, las bibliotecas seguiremos ofreciendo todas las opciones. Aunque hay maneras de fomentar la lectura, a las que no auguramos un largo recorrido.

Por ejemplo, la idea que han tenido los guionistas de la editorial de cómics estadounidense DC. En la nueva serie dedicada al personaje de la novia oficiosa del Joker; Harley Quinn, se ha introducido un valor añadido en forma de olor. Tal cual como se hizo en el cine con ideas surrealistas como el Olorvisión. Cada título de la colección exudará un olor diferente. Y concretamente en un episodio que tiene de estrella invitada a la feromónica malvada Poison Ivy, el aroma elegido para impregnar la pituitaria de los lectores será el de la marihuana.

¿Incitará dicho estímulo a la lectura, o a otros hábitos?. De momento hemos de decir que en la BRMU, no nos estamos planteando adoptar dichas técnicas (aunque nunca digas nunca jamás). Preferimos seguir fomentando la lectura como el mejor antídoto posible contra el efecto estupefaciente de ciertos programas de televisión, y contra el abuso tecnológico.

Poison Ivy, apóloga de la maría




miércoles, 1 de octubre de 2014

Murcia se mueve, y la BRMU con ella


Exile, así se llama la biblioteca móvil que la artista Amanda Keeley ha puesto en marcha en Miami. No se trata como podríamos pensar de un bibliobús, como los cinco que tenemos en la biblioteca y que dan servicio a numerosos municipios de la Región. No, se trata de un espacio expositivo con libros de artista, orientado a que los niños interactúen con el arte y la literatura.

Un espacio nómada que elije vivir en un exilio permanente para así llegar a cuanto más público mejor. En un bosque recreado por los dibujos de los propios niños, y con un fondo sonoro que recuerda al bosque, Exile Books, nombre completo de este proyecto, sirve en palabras de su creadora para “acercar a la gente que ama la literatura, el arte y la cultura, dándoles un espacio para leer y reunirse”.

Es absurdo pensar en proyectos de este tipo como competencia para las bibliotecas; pero resulta interesante seguirles la pista. En un montaje como Exile Books confluyen algunas de las tendencias que más tienen que ver con las bibliotecas en los últimos tiempos. El libro como objeto de arte, como contestación al imparable avance de la lectura digital, y el concepto de biblioteca adoptado desde fuera del ámbito bibliotecario.

No es algo nuevo, pero sí más presente últimamente. En Valencia la Biblioteca Anarquista Al Margen
(BAAM), deja claro que las bibliotecas no son competencia exclusiva del gremio bibliotecario. Según el manifiesto de la BAAM, la Biblioteca Anarquista se plantea como un espacio antiautoritario, que pretende crear la Red de Bibliotecas Sociales de Valencia, que aglutine a las bibliotecas autogestionadas de la ciudad. El efecto del 15-M es alargado, e iniciativas de este tipo que siempre habían existido de una manera u otra, ahora cogen más fuerza ante el auge del asociacionismo y el rechazo a lo institucional.

Y con todo el arrojo que les da su determinación anarquista, hasta han presentado una comunicación al próximo Congreso de bibliotecas públicas. ¿Contradictorio?, más bien conciliador, al observar que al menos no nos ven como al enemigo.

Que las bibliotecas proliferen sea de la forma que sea, siempre será buena noticia. En Murciano total, ya hablamos de lo agitada culturalmente que anda Murcia en estos tiempos de crisis, y que esa agitación ya no viene sustentada por los exangües presupuestos oficiales, sino por la iniciativa privada más combativa y valiente. A través de la estupenda revista Magma (una prueba más de tanta gente inquieta como tenemos actualmente en nuestra región), nos enteramos del nacimiento en plena huerta murciana de colectivos artísticos como La Postiza (centro de producción artística y pensamiento contemporáneo). Una residencia para artistas que, como dice su fundadora Belén Conesa: en épocas de crisis surgen proyectos potentes desde abajo, o lo que es lo mismo, sin apoyo institucional. Y en el que están colaborando nombres propios de nuestras dos últimas acciones artistico-bibliotecarias: Patricia Moreno y Rosa Tortosa.

Murcia se mueve, y la BRMU quiere moverse con ella, exiliándose de lo acomodaticio. A ver si después de todo, sale algo bueno de esta crisis, y lo institucional y lo alternativo, encuentran vías de colaboración provechosas para todos.

Y como Amanda Keely, la creadora de Exile Books, estuvo a cargo del estudio de Yoko Ono, y hemos hablado de arte, vamos a cerrar con la viuda de Lennon. Ya con 80 años, Ono no conoce límites y sigue reventando a detractores y maravillando a seguidores con temas como Bad dancer. Ella nos enseña la mejor lección: que seas mal bailarín, no es excusa para dejar de bailar.