lunes, 20 de octubre de 2014

No en mi nombre


Cada vez más, lo difícil no es levantar la voz para protestar contra algo que nos repugna, lo realmente trabajoso es evitar que nos secuestren la voz y nos incluyan en esas mayorías silenciosas que tanto bien hacen al poder. Lo difícil es exigir que lo algunos vociferan nunca sea en nuestro nombre, que el que calla, no siempre otorga; y por eso llegado un punto, lo más importante es alzar la voz para evitar cualquier posible confusión.

Es lo que han hecho unas cuantas voces valientes en el reportaje de este fin de semana en el XLSemanal que se distribuye con muchos periódicos de toda España. Siete musulmanes que viven en España, alzan sus voces para que nadie se confunda. En tiempos proclives a la simplificación, a la demonización del otro, a la falta de matices en las confrontaciones de todo tipo, el que Rachid, Ferdaos, Zinar, Riay, Vian, Kenza, o Souhail declaren bien alto (en el XLSemanal, y muchos otros, a través de twitter con el hashtag #NoinMyName, No en mi nombre) que la barbarie, la locura del Estado Islámico que recupera lo más tenebroso del medioevo en el pleno siglo XXI secuestrando el Islam, no tiene nada que ver con ellos.

Nuestro compañero Rachid lo dice alto y claro


Rachid junto a nuestra ex-compañera
Nazaret, representando una pareja
para la Brújula para tebeos



Y aparte de lo necesario y esperanzador del reportaje, en concreto nuestra biblioteca tiene un motivo añadido para sentirse orgullosa. Nuestro compañero Rachid Mohyi es una de las voces más claras respecto a la infamia del fanatismo que una vez más corre el riesgo de estigmatizar a esa mayoría silenciosa de musulmanes, que a lo largo del planeta, abominan de esta barbarie.

Siete años lleva Rachid en nuestra biblioteca, siete años siendo ejemplo de lo fácil que es convivir y enriquecernos mutuamente sea cual sea nuestro origen.

En la novela Taxi, un auténtico éxito en el mundo musulmán que estuvo en nuestro recién clausurado Salón de belleza africano; las conversaciones del protagonista con los conductores de los taxis que va tomando para desplazarse por El Cairo, sirven de retrato social inmediato de muchas de las frustraciones, anhelos, miedos, deseos y problemas del mundo árabe. Su autor, Halid Hamisi, consiguió tomar el pulso a la realidad diaria del árabe medio, lejos de iluminados, y profetas de un nuevo régimen del terror.

Lo cotidiano siempre resultará la mejor vacuna contra el estereotipo que los integrantes de este Estado Islámico, junto con la connivencia sensacionalista de algunos occidentales quieren vendernos del Islam en su conjunto.

Por eso, grupos como el libanés Masrou’ Leila, consiguen traspasar con la belleza de su música mucho más allá, lanzando un mensaje de libertad y normalidad. Nosotros también tomamos ese taxi, viajando sin miedo camino del mejor refugio contra el fanatismo: una biblioteca. Como reza la letra de la canción: “puedes conducir o ser conducido, la elección es tuya”.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque el video que os dejo está un poco desfasado, el mensaje está plenamente en vigor.

Sólo desde el conocimientos de estás mayorías silenciosas ( evolucionadas, abiertas, modernas, ilustradas y tolerantes )podemos convivir en paz. Creo que tienen mucho que ofrecer, pienso que son la llave contra el barbarismo fanático de los grupos radicales fundamentalistas.

http://www.youtube.com/watch?v=Bb4NfJL9w8E

El blog de la BRMU dijo...

Fantástico Khaled, muchas gracias por compartirlo.