martes, 24 de junio de 2014

Semillas de baobab

Obra del artista Makhubu Nomusa

Que África está siendo protagonista en nuestra biblioteca, es obvio para cualquiera que entre por la puerta. Nuestro Salón de belleza africano (que tantas alegrías está repartiendo) es el primer signo, pero es que además, se suceden noticias muy lejanas a nuestro salón, que resaltan el protagonismo que lo africano está teniendo este año .

Precisamente en este 2014, la Unesco ha nombrado a la ciudad de Port Hartout en Nigeria: capital mundial del libro. La pujanza de Nigeria como potencia africana se afianza cada vez más, pero ha sido la labor de la organización Rainbow Book Club, la que más ha pesado a la hora de elegir a una ciudad nigeriana como capital mundial del libro.


La Rainbow Book Club lleva años fomentando la lectura y la cultura en la sociedad nigeriana; el progreso en África sólo puede entenderse ligado a la cultura, algo que desgraciadamente en sociedades más supuestamente avanzadas, en ocasiones, casi se olvida. Por ello, esta designación va a suponer una proyección fantástica para la literatura nigeriana en particular, y para la africana en general. Si las nuevas potencias que pisan los talones a los Estados Unidos proceden de Asia, es posible que en pocos años, más de un país africano tenga algo que decir en el tablero mundial.

Una de las producciones de Nollywood
Sin salir de Nigeria, nos encontramos con una de las grandes industrias mundiales del cine, ni  Hollywood, ni tan siquiera Bollywood. Con alrededor de 600 películas anuales producidas en el país, Nollywood es la meca del cine de no bajo, sino de ínfimo presupuesto, que aglutina a miles de espectadores. Religión, brujería, venganzas, catástrofes o relaciones amorosas trufan las tramas de las películas de esta industria urgente y rápida que supone un nexo de unión de los emigrantes nigerianos con su cultura de origen.

Chimamanda Adichie, orgullosa de
su pelo

Pero más allá de la cultura popular, Nigeria es uno de los países con referentes literarios más importantes del continente. Desde el Nobel de literatura, Wole Soyinka hasta la exitosa Chimamanda Adichie (ambos presentes por supuesto en nuestro Salón de belleza africano), que precisamente hizo unas declaraciones recientes sobre los peinados de las mujeres africanas que nos vienen (perdón por la tontería) al pelo:

"Mi cabello es en pequeñas trenzas. Tengo una gran cola de caballo en la parte superior de mi cabeza. Me gusta bastante. Soy un poco fundamentalista cuando se trata del pelo de las mujeres negras. El pelo es pelo - pero también implica cuestiones más amplias: la autoaceptación, la inseguridad y lo que el mundo te dice que es hermoso. Para muchas mujeres negras, la idea de llevar su cabello de forma natural es insoportable ".

El cabello como signo de identidad y de orgullo; y que tanto conecta con nuestra acción artístico-bibliotecaria#3.

Pero no es solo en Nigeria, donde África muestra su lado más comprometido con la cultura, en la cercana Senegal hace dos semanas se clausuraba la última edición de Dak' art, la bienal de arte más importante del continente africano. Una muestra de artistas africanos, y foráneos, que en esta edición ha girado en torno al lema de Producir lo común: una reflexión a través del arte, sobre el contraste entre la homogeneidad que está imponiendo la globalización capitalista, y las múltiples formas en que los pueblos están construyendo nuevas formas de colectividad. Unas reflexiones de las que seguro que podríamos extraer muchas enseñanzas desde Europa.

Si las semillas de baobab siguen vivas por cinco años, estas semillas culturales que se están plantando en África, prometen germinar durante largo tiempo.

Y concluyendo este breve periplo por la actualidad cultural del continente africano, nada mejor que dos recomendaciones de las que forman parte de nuestro Salón: Aya de Yopougon es quizás una de las mejores obras para descargar de tragedias y desgracias la imagen de África sin faltar por ello a la verdad.

El cómic de Margarite Abouet es una deliciosa crónica de los años 70 en Costa de Marfil que ha sido llevada al cine y se alzó con el César al mejor film de animación.

Por la parte inevitablemente musical, el grupo sudafricano John Wizards. Según las publicaciones especializadas más influyentes: uno de los mejores discos del año pasado, recién llegado a nuestro Salón,  y disponible para que pongas ritmo africano de rabiosa actualidad a tu verano.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a ser sinceros, lo que nos apetece ES un concierto africano en la BRMU.


Sería un " La mar de musicas" a lo bibliotecario.

El blog de la BRMU dijo...

Uff que bueno!! No sabemos qué nos dirían los estudiantes, pero ganas no nos faltan. Menudo peligro, ya has plantado una semilla de baobab musical en nuestra imaginación.