martes, 8 de julio de 2014

Tomando nota


Dudamos mucho que los responsables de la revista cultura Jot Down (el New Yorker español según lo bautizaron en su lanzamiento) hayan leído este blog alguna vez; pero lo cierto es que han sido ellos lo que han respondido a una pregunta que lanzábamos al viento hace dos años.

En el post Donaciones interesadas, poníamos el ejemplo de la industria del videojuego, y la comunidad LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) en los Estados Unidos, que en un ejemplo de visión comercial y activista, apostaban respectivamente: por donar videojuegos, y libros que combatiesen la homofobia, a las bibliotecas públicas. 

Como decíamos entonces, habían sabido ver la utilidad de la biblioteca pública para afianzarse cultural, social e industrialmente, y nos preguntábamos: ¿se adoptará alguna vez esta visión en nuestro país? Pues bien, los responsables de Jot Down (tomando notas en castellano) la han adoptado.

La revista ha lanzado una campaña de mecenazgo para llegar a las bibliotecas. Para ello, animan a sus lectores a comprar 22 revistas a bajo coste (en un pack que incluye además otras cabeceras como Alternativas económicas y Cuadernos), y que elijan a qué biblioteca quieren que sean enviadas. De esta manera, quieren contribuir a aliviar los problemas que las bibliotecas estamos teniendo a causa de los recortes presupuestarios.

Curiosa esta coincidencia, una iniciativa de mecenazgo con bibliotecas de por medio, al mismo tiempo que se lanza la plataforma Mecenable, a cuenta de la cual se abrió un debate tan interesante hace unos días en este blog.

Pero para ser totalmente sinceros, los responsables de Jot Down deberían mencionar también los beneficios que este mecenazgo les acarreará a ellos. Las bibliotecas públicas son las mejores alianzas posibles para captar nuevos lectores; las editoriales (hasta la irrupción del libro electrónico al menos) eran conscientes de ello, y los escritores inteligentes, también.

Nacida en digital, ya ha realizado su salto al papel, y su ambición no se queda ahí. Como dice su subdirector Ricardo J. González: “queremos que los lectores sacrifiquen su ritmo frenético de vida por nosotros […] no le encontramos sentido a las entrevistas de ahora de 15-20 minutos que no dicen nada”.

Un propósito encomiable, conseguir que los lectores ejerzan como tales, y no como meros avistadores de datos. La experiencia de la lectura como un acto de reflexión, y no como simple glotonería informativa. Que una nueva publicación defienda un espacio y un tiempo para la reflexión (y más desde el ámbito digital), siempre será de agradecer. 

Ahora, sólo nos falta tener la suerte de que algunos de nuestros usuarios sea lector de Jot Down, y en un arranque de compromiso con su biblioteca, se decida a participar en esta iniciativa. 



2 comentarios:

Luis Sánchez dijo...

Yo lo soy, de Jot Down y de otras publicaciones que imagino irán en el pack (he descubierto la iniciativa ahora en vuestro blog) como Revista Mongolia, Tinta Libre o los cuadernos de eldiario.es
Veré lo que puedo hacer ;)

El blog de la BRMU dijo...

Si es que tenemos unos seguidores que no los merecemos. Lo habíamos dicho casi de broma, pero como siempre nos llevamos sorpresas de lo más agradables.

Muchísimas gracias Luis (una vez más) por los comentarios, por la participación, por el entusiasmo y por compartir tus gustos con nosotros. Se pueda o no hacer algo, no nos importa, en este caso con la simple intención ya nos venimos arriba