Gimnasia para escritores de Eliza Clark |
No sabemos el momento histórico exacto (tendremos que recurrir a nuestras fuentes), en el cual, el cultivo de la mente y el cuerpo se deslindaron de tal manera, que el ejercicio físico y el intelectual parecieran casi antagónicos. Debió ser por la Edad Media con la demonización de la carne que trajo la Inquisición, y la separación entre cuerpo y espíritu, que tanto daño nos sigue haciendo. Pero lo cierto, es que entre el gymnasion griego, y el bodypump, el spinning, el bodybalance o la batuka de los gimnasios actuales, pocas similitudes se encuentran.
De ahí que la figura del intelectual siempre se asocie a un individuo de expresión interesante (si no fuma en pipa en la foto de la contraportada, que ya anda en desuso, sí al menos con gafas), para el que las cuestiones del ejercicio físico quedan muy lejos de sus intereses. Y como todo tópico, sólo hace falta repasar a algunos de las figuras literarias más relevantes, para que la figura de sedentarismo que se asocia a los escritores se desarme por completo.
El ejemplo más significativo, por actual, sería el de Murakami. El escritor japonés relaciona su gran afición por correr con la creación literaria en su obra: De qué hablo cuando hablo de correr. Para Murakami escribir es una labor física, y a la inversa, el ejercicio físico es algo espiritual. Si a lo largo de la historia no han sido pocos los creadores que han buscado abrir las puertas de su percepción a través de las drogas; el deporte, puede llegar a ser una mejor forma de abrir la mente a otros niveles.
Montaigne ya habló de la importancia del ejercicio físico, como parte indisociable del desarrollo personal. Y bien por seguir esta máxima, o por dar salida de manera física a tantos demonios internos: la relación entre los literatos y la práctica deportiva es más fecunda de lo que pudiera parecer.
Hemingway boxeando consigo mismo |
Kerouac, atleta universitario |
Agatha Christie, pionera del surf |
Y tantos, y tantos otros literatos para los que el ejercicio creativo formaba y forma un todo con el físico, nutriéndose de ambos a la vez. ¿Cuándo se podrá de moda en los gimnasios el bodybook, o el reading en circuito o el pilates literario? Más de uno nos abonaríamos a esas clases.
Norman Mailer en desigual pulso con Cassius Clay |
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