Esculpiendo el monte Rushmore |
Desde hace unos días circulan por los medios las pinturas del ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Afortunadamente no somos críticos de arte, así pues no nos corresponde calibrar el interés artístico de su obra. Lo que más no ha interesado es el lugar en el que se está exponiendo esta colección de pinturas al público: la biblioteca presidencial George W. Bush.
En los Estados Unidos, cada vez que un presidente concluye su mandato (máximo dos legislaturas) se crea una biblioteca presidencial. Decidir la sede de esa biblioteca se convierte en una auténtica competición, dado que la ciudad que la consiga, recibirá los beneficios económicos que generan este tipo de instituciones. Normalmente, las sedes suelen ser los estados natales de los presidentes, o algún estado especialmente significativo en su carrera política.
Bush posando junto a sus pinturas de mascotas |
Autorretrato de Bush en el baño |
Desde que en la década de los 30, se iniciase esta tradición con el trigésimo primer presidente de los Estados Unidos, Herbert Horver: todos los presidentes cuentan con una biblioteca presidencial. Sólo una biblioteca, la dedicada a Richard Nixon, quedó excluida durante muchos años del sistema de bibliotecas presidenciales, como consecuencia del descrédito y la vergüenza que la figura de Nixon, supuso para la política estadounidense.
Autorretrato de Bush en la bañera |
En las bibliotecas presidenciales, se conserva toda documentación y objetos (actúan al mismo tiempo como museos, incluyendo piezas como por ejemplo: el Air Force One en la biblioteca de Reagan) del presidente y de su periodo de mandato. Toda la documentación que se conserva, y que lógicamente no ha sido previamente eliminada. Las bibliotecas presidenciales así se convierten en lugares de investigación, y al mismo tiempo, en los Graceland (la casa-museo de Elvis Presley en Memphis) de los ex presidentes, por la memorabilia que sobre sus vidas y mandatos reúnen.
Que en un país, uno de los máximos honores que le rindan a un ex mandatario, sea fundar una biblioteca con su nombre, dice mucho de la importancia que dan a tales instituciones en la primera potencia mundial. Lógicamente no se van a encontrar los papeles que desveló Snowden en la próxima biblioteca Obama, pero sí muchas informaciones que servirán para definir una época y un país.
Vladimir Putin visto por Bush |
En España no estaría mal una iniciativa similar. Como sostiene Richard Norton, historiador especializado en las bibliotecas presidenciales: “son aulas vivas de la democracia”. Y una didáctica del concepto de lo democrático, siempre es síntoma de la salud de un país.
¿Acaso no sería interesante una biblioteca Adolfo Suárez, cuya documentación sirviera para abordar el
estudio en profundidad de nuestra transición? Dudamos que se incluyera entre sus fondos el último y polémico libro de Pilar Urbano, pero seguro que sus fondos y documentos arrojarían nuevas perspectivas sobre aquel momento, e igual, decepcionaban a más de un amante de las conspiraciones (o no).
Y además siguiendo el ejemplo norteamericano de recoger la memorabilia presidencial: se podrían mostrar recuerdos de torero, colecciones de bonsáis y joyas, una tabla de abdominales, o las obras completas de Borges, por citar sólo algunas de las aficiones de nuestros ex presidentes.
Pero más allá de lo anecdótico, conservar y difundir nuestra historia reciente y democrática, es un ejercicio que siempre resulta saludable. Y en lo de conservar el pasado para mirar hacia el futuro, las bibliotecas tenemos mucha experiencia.
6 comentarios:
Por cierto, qué gargantilla tan bonita!!!
Estupenda lección aprender de los errores del pasado para no cometerlos en el futuro sobre todo para romper con la sentencia premonitoria de que" El hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra". Pues eso que no caigamos en tres veces por no contradecir tan magnifica afirmación y sobre todo para buscar en la historia reciente de situaciones parecida a las actuales, quizá con barnices distintos pero con fondos muy clónicos.
La historia nos dice que la CABRA SIEMPRE TIRA AL MONTE, pero también nos dice que hay personas que superan su pasado y se conviertes en verdaderos baluartes del cambio. Ese es el caso de Adolfo Suárez gran hombre y mejor presidente digno de los más elevados homenajes.
Y para terminar me parece muy bien que el pueblo americano sea tan agradecido con sus mandatarios, pero como el tiempo pone a cada presidente en su sitio espero que también Bush junior sea considerado al mismo nivel que Nixon, aunque sólo sea por honor a la verdad.
No deja de ser antitético esto del Bush y la biblioteca ;)
Lo cierto es que estos yankis tienen sus cosas odiosas, pero ya nos gustaria tener su amor por las bibliotecas.
El mismo Bush ha declarado que alguna gente se sorprende de que hasta sea capaz de leer. Al menos es consciente de su fama. [http://metro.co.uk/2013/04/15/bush-some-people-are-surprised-i-can-read-3616892/]
Y como todos los países (y más si es el imperio dominante) tienen cosas odiosas, pero muchísimas cosas admirables. Ojalá que dejásemos de copiarles algunas cosas que les copiamos, y adoptásemos cosas tan buenas como su amor por las bibliotecas.
Tengo que identificar si EL SENTIMIENTO que me empuja a lo que a continuación voy a exponer. No creo que sea morbo ni tampoco rebeldía, creo que es simplemente la necesidad de expresar o expresarnos, aunque lo que se diga no sea políticamente correcto o acomodaticio.
Creo que la libertad de expresión es un derecho básico e inalienable es un derecho fundamental.
Las bibliotecas para mi son el templo de la libertad de expresión, en ellas se idolatra de una forma generosa la posibilidad de tener acceso a todos los saberes y opiniones.
Es por ello por lo que soy partidaria de que haya una red digna de esta institución en toda la región murciana ( pueblos y pedanias ), dónde todos los murcianos podamos acceder a la cultura más inmediata como puede ser un libro en un lugar digno y no alejado en exceso de nuestro domicilio. Estoy pensado en niños, ancianos y jóvenes a los que le sea difícil desplazarse, estoy personas también en personas con pocos recursos económicos pero grandes inquietudes lectoras. Estoy pensando también que los contribuyente no se vean defraudados y tenga derecho a satisfacer esta necesidad creo que primaria como pueda ser el derecho a comer, el derecho a la educación, y el derecho a la sanidad.
Por último decir si la excusa es homenajear a un expresidente para abrir bibliotecas, bienvenido sea el homenaje siempre que no se abandone el espíritu inicial de hacer accesible la lectura a todo el mundo y es por ello que no me agradan los proyectos faraónicos y ostentosos cuando se descuidan otros más necesarios. Seguramente estaré equivocada y que todo obedece, espero, a algún propósito tan digno como el expresado por mi.
Entiendo también que debe de haber grandes centros aglutinadores, lo entiendo y soy consciente de que son necesarios pero espero también que sea compatible con la difusión a un nivel más general sin caer en la demagogia espero también que me podais entender.
Afortunadamente en nuestra Región contamos con una red de bibliotecas públicas que en líneas generales funciona estupendamente (siempre que las circunstancias, y sobre todo, los presupuestos lo permiten): http://www.redbibliotecas.carm.es/RedBibliotecas/faces/indexp.jsp
Y en aquellos grupos de población en los que no hay biblioteca, se desplazan los cinco bibliobúses de la Biblioteca Regional, para que la cultura llega a todos los rincones de nuestra comunidad.
Esperemos que podamos recuperar lo que hemos perdido en estos duros años, y seguir creciendo en servicios y usuarios.
Creo que habría que visitar más la red de bibliotecas para poder hacer semejante afirmación.
Creo que la BRMU entre sus atribuciones como Servicio Regional de Bibliotecas el supervisar el buen estado de la Red, insisto en que es precario en algunos pueblos y si hablamos de pedanias en algunos casos es para echarse a "llorar"
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