jueves, 12 de junio de 2014

Bibliotecas de clase media

  

En la década de los 60 se extendió entre las familias de la emergente clase media española, la costumbre de encargar un retrato del páter o la máter familias (o del primogénito) a algún pintor aficionado, para así lucirlo en el salón.

Esos cuadros (motivo de disputa a la hora de la herencia entre las numerosas proles del baby boom), eran unos de los símbolos junto con las paredes tapizadas en tela o las figuritas de Lladró, de ese deseo pequeñoburgués de ascenso social que mirándose en el espejo de la aristocracia, aspiraba a un futuro mejor para su prole. En los tiempos que corren, a la acosada clase media dentro de poco no le va a quedar ni para colgar un cromo en el salón.

La sociedad brasileña no tiene referentes aristocráticos en los que mirarse, tal vez por eso su emergente clase media en lugar de retratarse al óleo, opta por tomar las calles y reivindicar a la educación y la cultura frente al pan y circo.

Las futboleras calles de Brasil en Google Maps
No queremos Mundial, queremos salud y educación” ha sido una de las consignas de las manifestaciones de profesores brasileños. Eso no ha impedido que muchas calles se pinten vistosamente para celebrar el mundial, provocando una curiosa paradoja. Las mismas calles que celebran al fútbol, son las que sirven para protestas sociales: pero es que el amor por el deporte rey no debería ser incompatible con la defensa de la cultura.



Pero volviendo a la pintura, desde el condado de Maine en los Estados Unidos, nos llega la noticia de una exposición que nos encanta. La artista Alison Rector homenajea a las bibliotecas aportándoles ese plus de respetabilidad de la que hablábamos al principio. Es de lógica después de todo: dentro del mundo de las bibliotecas, las públicas seríamos el equivalente a la clase media.

Pintor, si pintas con amor” que cantaba Machín, y la pintora estadounidense declara su amor por las bibliotecas de su localidad a través de sus cuadros (igual hasta conoce la canción en algunas de las versiones que Roberta Flack, Eartha Kitt o Cat Power han hecho en inglés). En cualquier caso sus cuadros no requieren de interpretación alguna, el mensaje está bien a la vista: un sentido homenaje a las bibliotecas que para sí nos gustaría a nosotros.

Con los cuadros de Alison Rector no pasaría lo que pasa en el irónico vídeo del Mundo Today a costa del arte contemporáneo con el que cerramos el post. Las bibliotecas públicas somos totalmente accesibles, y cualquiera medianamente avispado entendería que seguimos siendo tan necesarias como el fútbol para una sociedad mental y físicamente sana.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este estilo crítico de momento no lo había captado en la BRMU. Me congratula que por fin, se digan cosas relativas a crisis económica, a la pérdida de hegemonía de la clase media y su transformación en no sabemos qué. El pan y el circo que tan buenos resultados dio en el imperio romano, se está quedando sólo en CIRCO además del malo.

Por último reconocer que el video despierta la ironía a veces adormecida...porque el sentido crítico a veces tiene que descansar sino se puede llegar a la extenuación.

Un post espectacular. Me ha impactado.

El blog de la BRMU dijo...

Muchísimas gracias, nos alegramos que te haya gustado. Y aunque no somos un blog de denuncia ni temática social, que no esté relacionado con el mundo bibliotecario y de la cultura, sí que hemos tocado aunque sea tangencialmente el momento social que estamos viviendo.

En este enlace puedes descubrir algunos de los post que han abordado a lo largo de estos años la época de recortes que venimos sufriendo todos: http://brmu.blogspot.com.es/search/label/recortes