martes, 3 de junio de 2014

Teléfono roto

 


En el post En defensa de los pollos, contábamos los inconvenientes del democrático sistema de redacción de los artículos de la Wikipedia, en la que cualquiera pueda añadir y modificar información: lo que en ocasiones puede desembocar en una especie de teléfono roto involuntario o totalmente premeditado, con el que se amañan datos, se tergiversan informaciones. según el asunto o personaje sea más o menos querido. Desde aquí proponemos un wikipolígrafo aplicable a todo redactor espontáneo.

Y ¡qué casualidad!, que tres días después, se publica el listado de los artículos más editados de la historia en la famosa enciclopedia libre. En el caso de los personajes, el que sus artículos sean los más editados sólo puede significar: o bien que se mantienen de actualidad constante, o que hay muchas manos interesadas en “aportar” su granito de arena a la biografía pública del personaje.

Repasar el listado completo da para muchas lecturas jugosas, pero aquí vamos a limitarnos a unos pocos. Lo encabeza el que para muchos es el peor presidente de los Estados Unidos: Georges W. Bush, en el cuarto puesto aparece Michael Jackson, y así prosigue la lista con Jesús en el quinto lugar, Obama y Hitler en el octavo y noveno puesto respectivamente, Britney Spears en el décimo, y así hasta cien artículos en los que cabe de todo: The Beatles (14º), Real Madrid (21º), FC Barcelona (31º), Islam (36º), Cristianismo (44ª), Elvis Presley (45ª) o Madonna (72º).


Es de suponer que a unos tiempos líquidos, les corresponde una verdad líquida, así que zambullirse de lleno en las informaciones que la Wikipedia nos aporta sin ni siquiera unos manguitos de sana distancia crítica, puede provocar que nos ahoguemos en un mar de verdades a medias. Nosotros, maestros en arrimar el ascua a nuestra sardina, ya dejábamos clara cual era la solución en el post E la verità vi renderà liberi (Y la verdad os hará libres).


En antropología y epistemología se denomina efecto Rashomon, al hecho de que la misma realidad expresada por distintos sujetos, ofrece testimonios que difieren entre sí, y que en cambio, son todos igualmente válidos en su acercamiento a la verdad. Las bibliotecas desde luego, no pueden arrogarse la posesión de la verdad, pero al menos sí que contamos con múltiples fuentes contrastadas desde las que acercarse a ella; y además algunas cuentan con la película Rashomon, que dio nombre al citado efecto.

Cualquier excusa es buena para recomendar este monumento cinematográfico por si alguien aún no la ha visto. El relato de un asesinato que efectúan por separado: el asesino, la esposa del difunto, el propio difunto a través de un médium, y un testigo en manos del genial Akira Kurosawa, dio lugar a una de las obras más apasionantes para reflexionar sobre el concepto de verdad.

El complemento literario que se nos ocurre, también tiene tintes de clásico indiscutible: El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, siempre recomendable, siempre disfrutable. El relato de las vidas cruzadas de distintos personajes en la Alejandría de mediados del siglo XX, contado desde la perspectiva de cuatro de sus personajes principales: Justine, Balthazar, Mountolive y Clea. El amor visto desde todas las ópticas posibles en esta maravilla literaria que reclama relecturas, pese a su largo recorrido.

Volviendo al principio del post, los bibliotecarios nos postulamos como reparadores de ese teléfono roto en que, en ocasiones, se puede convertir la red: tenemos las fuentes, tenemos la perspectiva, allanamos el camino para que cada uno alcance la verdad. Y como se suele decir, esa verdad tendrá mil caras, aunque en ocasiones como cantan los Arctic Monkeys: de lo que único que hay que estar seguros es de si realmente estamos dispuestos a aceptarla.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo post.

Las mil caras de la verdad. También del amor.

Reveladora la canción, no la conocía, es preciosa. Quién no sueña con algo así?. Al menos alguna vez en la vida ......

La verdad es necesaria, y es cierto que tiene mil caras.

Y la mentira cuantas caras tiene?

En cualquier caso imposible vivir en el engaño, en ninguna de sus caras, si las tuviera.



Anónimo dijo...

Enhorabuena es un post conmovedor, inteligente pero ante todo emocionante.

El blog de la BRMU dijo...

Muchísimas gracias, la verdad tal vez sea el concepto más resbaladizo al que se han enfrentado los grandes pensadores. Y si faltaba algo, ahora llega el altavoz poderosísimo de Internet.

Pero no nos pilla de sorpresa, los habitantes del siglo XXI estamos acostumbrados a vivir en la confusión; sólo hay que agudizar más el ingenio y cultivar un criterio propio.

Y totalmente de acuerdo, si la verdad (sin pretenderlo) ofrece mil caras: la mentira las multiplica por cientos de miles.

Anónimo dijo...

Una misma realidad puede tener diferentes perspectivas, y diferentes razones, todas ellas igual de válidas.

Pero la mentira sólo tiene un aspecto y quién la cultiva no dejan de ser unos hipócritas o unos cínicos. Siempre nos queda alguna explicación para poder justificar lo que es mentira, quizá la mentira piadosa, quizá la inercia de los acontecimientos, quizá la emoción de lo clandestino, quizá....

Sólo la conciencia sea la única que vele por la verdad y también se encargue según la situación el que nos deje o no, dormir tranquilos.