jueves, 12 de mayo de 2016

Acto de contrición



Nos hemos reído de ellas, o al menos cachondeado, sin ánimo de ofender, de acuerdo; pero tomándolas un poco a chanza. Y hoy, un ¡¡ZAS!! en toda la boca más que merecido para este blog.

Nos referimos a las pequeñas bibliotecas libres (Little Free Libraries), un movimiento del que nos hemos choteado (cariñosamente podríamos decir, pero choteo al fin y al cabo) primero a cuenta de su guerra contra los gnomos de jardín, por su capacidad para subvertir el orden mundial; o por sus relaciones con el mercado inmobiliario. Y ahora desde la ciudad de Rochester (condado de Olmsted, Minnesota) nos llega una noticia que nos pone en nuestro sitio.



La Biblioteca Pública de Rochester está estudiando abrir nuevas sucursales en el condado, ante el éxito que están teniendo las pequeñas bibliotecas libres. El programa Neighbors Read (Vecinos que leen) que puso en marcha la biblioteca en los diferentes barrios del condado, instalando estas pequeñas casitas: ha conocido tal expansión, que les está llevando a plantearse ir un poco más allá.

El programa arrancó en 2013, con 13 bibliotecas en el área de Slatterly Park; y actualmente ha crecido hasta 120 pequeñas bibliotecas libres. Por esta razón, han abierto un plazo para que los vecinos que quieran actuar como anfitriones, en sus jardines, de una de estas bibliotecas; presenten sus solicitudes.

Hasta donde le habíamos seguido la pista a este movimiento; eran iniciativas privadas, de los propios vecinos, que decidían instalarlas en sus propiedades Pero es la primera vez que sabemos de bibliotecas que las instalen y promuevan.



Se nos está bien merecido por utilizar ese tonillo de hipster resabiado al cachondearnos de lo kitsch y pequeñoburgués que sonaba todo esto de los gnomos de jardín, y de las pequeñas bibliotecas libres. Más que nada, porque ahora se nos ocurre lo maravilloso que resultaría que desde la Red de Bibliotecas Públicas de la Región, lanzásemos un programa para instalar pequeñas bibliotecas libres por los distintos municipios. De este modo, por los carriles de la célebre y castigada huerta murciana, podrían proliferar pequeñas bibliotecas libres, convenientemente maqueadas con estilo de barraca autóctona. ¿No sería genial?


El ¡¡ZAS!! en toda la boca se amplía. A raiz de publicar este post
Luis Sánchez Martín nos informa vía Twitter, de que su libro Sin anestesia está
disponible en una de las Little Free Libraries de Rochester. En la foto se puede ver.


El idílico paraje del Molino del amor
en la huerta de Murcia
Sobre todo ahora que existen proyectos serios para rehabilitar espacios huertanos como el Molino del amor, y otros espacios emblemáticos de lo que fue la huerta murciana. Pero claro, eso sería contando con un civismo y un respeto por el bien común por parte de la ciudadanía, que no sabemos hasta qué punto se observaría a tenor de ciertos vandalismo a cuenta del servicio de bicicletas públicas

Pero sin desviarnos del asunto (algo prácticamente imposible con el estilo errático de este blog), y sin que sirva de justificación; pese a este ¡¡ZAS!! en la boca, que nos ha supuesto la noticia de Rochester, no prometemos nada. La cabra tira al monte; y puede que en el futuro volvamos a las pequeñas bibliotecas libres y los gnomos de jardín. Resultan francamente inspiradoras, en todos los sentidos.



2 comentarios:

Luis Sánchez dijo...

jeje, y adivina qué libro de qué autor murciano está en una de esas bibliotecas libres de Rochester.
Cuando pongas el post en twitter subo la foto ;-)

El blog de la BRMU dijo...

Pero ¿qué dices?!!! ¿está Sin anestesia en una de las Little Free Library? ¡¡Qué bueno!! Queremos detalles...va ahora mismo para el Twitter.