Cuadro animado del estudio de animación Akela 73 |
En algunos restaurantes y tiendas chinas, se pueden ver cuadros similares
a la ilustración que encabeza este post. Paisajes de colores saturados,
artificiales, de una supuesta naturaleza a la que pequeños detalles animados,
parecen querer darle apariencia de vida, y en cambio, la hacen más marciana
todavía. Esta apoteosis del kitsch
es la metáfora visual perfecta del régimen chino: inmóvil, artificial,
con pequeños detalles que simulan cambios, para que todo siga igual.
En Conociendo al invasor ya hablamos de la importancia de la
colonización cultural para erigirse como potencia económica mundial: pero lo
más difícil para un régimen que aspira a que nadie respire sin su permiso, siempre
será controlar a la cultura (“cuando oigo la palabra cultura, cojo mi revolver”
que decía el fundador de la Gestapo, Hermann Göring), y a los artistas no digamos.
El artista-activista Ai Wewei, lleva años fustigando con sus obras y acciones al régimen chino, teniendo en
las redes sociales un gran aliado para sus actuaciones. En nuestro Picoesquina
Escandaloso, está presente a través de su documental Never sorry, que resulta de lo más recomendable.
Y una de las acciones más polémicas,
fueron sus fotos desnudo junto a mujeres. Ni sus denuncias del ocultamiento de
los muertos en el terremoto de Sichuan, ni las fotos de su dedo haciendo una
peineta a la plaza de Tiananmen, sólo la desnudez con todo su poder de
perturbación. Y es que la desnudez en China sigue siendo un tema incómodo
socialmente hablando.
Como era de esperar ha levantado encendidas críticas por parte de
autoridades y medios; pero lo reseñable sería que no se indignaran por los
desnudos, y sí, por lo simplón que resulta llamar la atención poniendo a mujeres desnudas. Claro está que desde que las feministas de Femen han convertido al desnudo en arma
política: el discurso se complica.
En este blog, por aquello de la paridad, compensamos la
posible cosificación del cuerpo femenino rescatando una escena de la serie True
blood, que serviría tanto para una publicidad de un protector solar, como para una campaña de promoción de la
lectura, de lo más extrema e incendiaria. La lectura despierta tu fuego interior, podría ser el eslogan perfecto.
Pero volviendo a Ai Weiwei, su exposición Semillas de girasol en la Tate Modern de Londres, consistió
en 100 millones de pipas de cerámica pintadas a mano. Visto desde lejos todo
parecía una masa uniforme, viendo en detalle cada pipa, se apreciaba que
ninguna era igual. No había mejor ilustración de lo que pretenden los totalitarismos: uniformarnos a todos, sin dejar margen para la disidencia, la
diferencia, la individualidad.
Y precisamente con el divertidísimo, y a la vez demoledor,
corto Pipas, ganador de la XI edición del Notodofilmfest, concluimos. Una crítica
mordaz del sistema educativo, que es la campaña de fomento de la lectura, y de la cultura en general, más contundente que alcanzamos a imaginar. El eslogan más tremendista (pero no por ello menos realista) podría ser algo así como: si no quieres ser una cáscara de pipa escupida por el sistema, LEE.
2 comentarios:
Por desgracia el desnudo no sólo incomoda en China. Cada día ocurren cosas en las redes sociales que hacen que mire el calendario para asegurarme que sigo en 2013 y no he retrocedido en un mal sueño. Hace unos meses un perfil literario daba a conocer que la lectura del mes iba a ser 'La insoportable levedad del ser' y subió la foto de la portada donde aparece un desnudo frontal femenino (una pintura, ni siquiera es fotografía). Pues bien, alguien denunció el "contenido inapropiado" (lo entrecomillo para dejar ver mi desacuerdo y perplejidad) y facebook eliminó la foto. La denuncia la puedo respetar (que no entender) porque cada cual tiene una opinión sobre cada cosa. Pero que la foto fuese eliminada me preocupa y mucho. Casi me asusta...
Es lo bueno/malo de las redes sociales: todo el mundo opina, y "decide".
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