La
Historia es de los que la escriben, pero también de los que la pretenden
borrar. Eso está pasando en Arizona, en un auténtico intento de genocidio
cultural por parte de las autoridades locales, que han prohibido, (cual Santa Inquisición) determinados libros en
las escuelas.
Concretamente
aquellos libros que relatan la historia de los estados limítrofes de los
Estados Unidos con México, y en especial todo lo referente al Tratado de Guadalupe Hidalgo , por el cual en 1848, no sólo Arizona, sino mucho otros territorios (Utah, Texas, Wyoming, Kansas, California, etc.) que pertenecían a México pasaron a ser norteamericanos.
La frontera (1982) |
Asimismo
libros cruciales para entender la historia méjico-americana, o libros
que versen sobre racismo, etnicidad u opresión. Mas vale prevenir deben pensar
estas autoridades educativas, un pueblo sin memoria es un pueblo sumiso. Sino
fuera la noticia tan real, pareciera una novela de Orwell o Huxley.
Pero he aquí que el efecto provocado ha sido justo el
contrario, y ha surgido el movimiento Librotraficante. Si la frontera mexicana
ya tiene una lúgubre mítica de narcotráfico y matanzas, ahora el tráfico es de
cultura y conocimiento.
Los librotraficantes son un grupo de escritores y activistas
latinos que distribuyen los títulos prohibidos de manera clandestina entre los
escolares. Libros que incluyen sin ir más lejos La tempestad, del claramente
sospechoso, William Shakespeare. Esto ha dado lugar a bibliotecas underground o clandestinas que acumulan
todas estas obras listas para su distribución por las escuelas.
Quizás Hollywood debería replantearse volver a resucitar al
western, y crear una auténtica historia de frontera con las peripecias de estos
intrépidos espaldas mojadas de la cultura.
Fotografia de Tina Modotti de mexicanos leyendo en 1929 |
1 comentario:
Un post muy madrugador
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