viernes, 1 de febrero de 2013

Murcia Tropikal

Grafiti político-ecologista

Los artistas de la escena hip hop murciana de los 90 del pasado siglo, pueden decir que fueron profetas en su tierra en muchos sentidos. La Zona Norte Posse inspiró todo un movimiento levantino que hizo del lema Murcia Tropikal, un auténtico grito de guerra en las letras de sus canciones y en los grafitis que cubrieron muchos de los muros de nuestras ciudades.

La nostalgia por el frío de Sting
Casi veinte años después, ese lema funciona meteorológicamente como una profecía, porque cada invierno que pasa, nos acercamos más a que sea toda una realidad. Ya otro músico (en este caso inglés, y que nada tiene que ver con el hip hop) como es Sting: lanzó en su disco If on a winter’s night... (Si en una noche de invierno... ), toda una declaración de amor al invierno, al frío que añora incluso en su otrora gélida Inglaterra.

Huracanes, tifones, diluvios, deshielos, y pese a todo el calentamiento global sigue en tela de juicio para algunos, que lo pintan de confabulación ecologista, mientras en el fondo resuenan sospechas de oscuros intereses económicos. Ni la madre Naturaleza se mantiene a salvo de los mercados; por eso proyectos como la Macaulay Library suenan (y nunca mejor dicho) tan bien.




La Biblioteca Macaulay de Nueva York, es la más ambiciosa colección de registros sonoros y vídeos de animales del mundo. Muchas de las especies amenazadas se encuentran entre las grabaciones que, desde 1929, llevan acumulando la biblioteca: y que constituyen el mayor muestrario sonoro de la biodiversidad de nuestro planeta, que ahora se ofrece libremente a través de su web.
La voz de la luna de Fellini

Un auténtico concierto de gruñidos, cantos, rugidos o bufidos que pueden escucharse por separado con su correspondiente ficha explicativa. La banda sonora de nuestro planeta, que junto a la estruendosa especie humana, debe de pasmar a más de alguna lejana civilización alienígena que nos esté captando. Emitimos sonidos sin parar, sin tiempo para escuchar nada; como decía el protagonista de la poética La voz de la luna de Fellini:

“Creo que si todos guardáramos un poco de silencio, podríamos comprender cualquier cosa”

Pero como somos humanos, terminamos haciendo ruido, pero eso sí, ruido delicioso. El que nos ofrece Laura Mvula, un descubrimiento musical de esos con los que da auténtico placer tropezarse (y cuyo primer disco se titula precisamente Cantar a la luna). Con su Green garden (Jardín verde) redondea el post haciéndonos abandonar lo urbano para retornar a la naturaleza, con una sonrisa en la boca, tatareando la melodía cual pajarillos (o pajarracos, depende de la entonación de cada uno) registrados por la Macaulay Library.




1 comentario:

Antonia dijo...

Anda, que curiosa esta Maculay Library... Gracias por enseñarnos tantas cosas que hay por el ciberespacio... Un saludo,