Era previsible que las últimas decisiones editoriales con respecto a las bibliotecas, provocasen más de una reacción.
Concretamente en Escocia, algunas bibliotecas han decidido iniciar un boicot contra Random House Mondadori, el supergrupo editorial que recientemente tomó la decisión de triplicar el precio de los libros electrónicos si quien los adquiría era una biblioteca.
Troy Myers, director de las bibliotecas públicas del sur de Escocia, ha declarado que no buscan entablar una pelea con la editorial, pero que las editoriales deberían dejar de ver a las bibliotecas como una amenaza, y convertirlas en aliadas que les ayuden a vender más libros.
Aquí ya lo hemos insinuado varias veces: ¿por qué el mercado editorial no explota más los datos que pueden obtener de las bibliotecas?, ¿por qué no aprovechan para extraer estudios de mercado en base a la demanda que se produce en nuestros centros? Podría ser una retroalimentación informativa que beneficiase a ambas partes, y nos convirtiera en socios en vez de en adversarios. Después de todo, ¿dónde se forman como lectores muchos de los potenciales compradores de libros?
En épocas de incertidumbre (ya lo estamos viendo en otros órdenes) el miedo solo lleva a paralizarnos, lo que se precisa son fórmulas imaginativas, y repensar la relación editoriales-bibliotecas podría ser un buen punto de partida.
Logo de la red de bibliotecas que están boicoteando a Random House |
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