miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cabezas jibarizadas

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Aunque fuera sólo por rescatar esta imagen de otra fantástica campaña de la cadena de librerías israelí, Steimatzky, merecería la pena hacer este post; pero afortunadamente aún hay más.

Si hace meses planteábamos dilemas como TV or not TV, en este post nos hacemos eco de la gran labor de conservación que lleva a cabo la Biblioteca del Congreso de Washington. Aparte de ir sumando títulos cinematográficos a su fondo de conservación, ahora también se han planteado la conservación del enorme patrimonio televisivo con que cuentan en los Estados Unidos.

Queramos o no, nuestra memoria sentimental, desde los 60, está asociada a la televisión. Sólo hay que observar la sonrisilla que se le dibuja a alguien al escuchar la sintonía de El coche fantástico, El equipo A, Sandokán o el Un, dos, tres, para que se pueda calcular fácilmente la edad del sujeto en cuestión.

Por eso, se ha iniciado el proceso para digitalizar la enorme colección de cintas de vídeo con que cuenta la institución, y que actualmente están en peligro de deterioro. Momentos únicos en la memoria televisiva estadounidense, como la primera vez que Carol Burnett se tiró de la oreja, el atentado de Kennedy, o algunas curiosidades hasta ahora desconocidas de series tan míticas como I love Lucy.

La simpar Carol Burnett

En nuestro país, los 50 años de RTVE Han servido para una serie de programas, y espacios que han supuesto un viaje impagable a miles de recuerdos y momentos únicos de la cultura popular de nuestro país. También las privadas, en su corta andadura, recurren a veces a rellenar espacios con material de archivo, dejándonos sorprendidos al comprobar qué poco tiempo ha pasado de algunas aberraciones catódicas recientes.

Pero si tuviéramos que decidir qué merece la pena conservar para el futuro: ¿qué momentos o programas elegiríamos? Apostar por Redes, Página 2, Metrópolis, Documentos TV o cualquier otro programa que aún considera a los televidentes, gente inteligente, es demasiado fácil.

Si las denostadas españoladas del cine de los 60 y 70, ahora se erigen como auténticos filones sociológicos, no lo va a ser menos esa otra y omnipresente televisión, que atiborra los canales digitales en la actualidad. Hagan sus apuestas, y elijan. ¿Cuáles serán los nuevos “he venido a hablar de mi libro”, “el milenarismo va a llegar”, “si me queréis algo, irse” o “voy a llamar a Encannna ahora, no sea que me se quemen las empanadillas” del siglo XXI?, ¿qué imágenes definirán televisivamente nuestro presente?



Campaña de Unicef bajo el eslogan: Mira lo que puedes encender, cuando la pantalla está apagada.


2 comentarios:

Luis Sánchez dijo...

Afortunadamente no puedo responder porque en los últimos seis o siete años, y hasta que se me fastidió hace unos meses un tdt que no ha tenido sustituto (ahora mismo vivo sin televisión y muy feliz) sólo he visto 'Página 2' (que fijo no está en la memoria colectiva de la mayoría televisiva/televidente) y alguna película, exclusivamente en la 1 o la 2 para evitar los tan odiados intermedios pues jamás he sintonizado canal alguno de pago.
Y si hay algo de lo que hoy me siento orgulloso es de ser totalmente incapaz de poner cara a nombres que he escuchado infinidad de veces como Carmen Lomana, Toni Genil o Fran Rivera. De verdad, aunque cueste creerlo no tengo ni idea de quiénes son (el último me suena a torero).
Ah, bueno, también veía 'Los Simpsons' a la hora de comer, como cualquier mortal :)

El blog de la BRMU dijo...

Salvo honrosas excepciones, que siempre las hay, de programas de calidad: tu ignorancia no creemos que tenga graves consecuencias en tu formación cultural.

El TDT ha sido un punto de inflexión para muchos televidentes desencantados, que optaron por dejar de serlo (al menos al principio).