jueves, 10 de mayo de 2012

BRMU Bizarra. Tercera entrega


La tercera entrega de BRMU Bizarra podría subtitularse como aquella película de los 50: Creemos en el amor.

Nosotros, cursi y decididamente, creemos en el amor, sobre todo ante las maravillosas postales que se han conservado gracias al exquisito gusto de nuestra compañera C.M (que prefiere mantener el anonimato). La frialdad de Internet mató la calidez de estas postales, en las que se inspiraban las parejas de los 70 para escribirse apasionados mensajes que echar al correo.

En la primera postal, el romántico y lánguido sauce llorón es la excusa perfecta para que los enamorados aproximen sus manos. Llama la atención que el chico con la virilidad que exuda su mirada, necesite de excusas; máxime si se observa el insinuante muslamen que emerge, como quien no quiere la cosa, de la falda de la chica.

Pero esto es sólo el principio. Se pueden reconstruir las diferentes etapas de una pareja a través de las joyas que aquí rescatamos. En primer lugar sería el ligoteo y el dulce inicio de la relación:


Del cromatismo en vestimentas de la primera pareja, a la frase de la segunda:
¿En qué piensas cariño? En tí, sólo en tí...



Las parejas jóvenes de hoy en día no pueden saber lo mucho que fortalecía la relación, la ausencia del varón por cumplir con sus obligaciones con la patria. ¡Qué buen momento para entregarse al género epistolar más exaltado!

Tras la separación forzosa de la mili, los lazos del amor estaban más que reforzados, y la siguiente postal deja bien claro que el amor es una atadura gozosa a través, en este caso, de la bisutería.



La armonía de la pareja en el campo y en la disco
 
Postal con tela pegada en vestido y velo

El hombre, una vez resuelto su futuro laboral, estaba encauzado hacia el ansiado matrimonio, y los dos estaban listos para fundar una familia.

Las alegrías de la vida familiar también se ensalzaban en este tipo de postales. Casi todo tipo de eventos tuvieron su acertada representación postal.

De la "artística" foto del espejo, a la entrañable instantánea con los abuelos en pijama, hasta postales dedicadas a la educación de los hijos. De no hacerlo así, el resultado podría ser el niño que aparece en la última y desasosegante postal: ¿qué mensaje oculto encerraría tan misteriosa composición?


El marco perfecto para la felicidad familiar
El abuelo en pijama disfruta de sus descendientes

Papá y mamá perpetuando estereotipos

Un enigma a resolver:
¿a quién iría destinada esta postal?

Y aún restan muchas más postales en nuestras colecciones, pero de momento es suficiente con este recorrido por el amor en todas sus etapas.

Para concluir sin desmerecer lo exhibido, un anuncio de cocinas de aquella época, que resulta el culmen perfecto para esta exaltación del amor a la que nos hemos entregado en este nuevo episodio de BRMU Bizarra.



1 comentario:

Anónimo dijo...

ummm que tiempos aquellos... Yo también quiero una cocina corcho!.