[Haz clic en las letras azules, y centrifuga tu cerebro]
En estos vertiginosos tiempos, lo de hacer un ranking no se aviene con la pose de bibliotecarios guays que pretendemos aparentar en este blog. Por eso a partir de ahora, ya no vamos a repasar lo más destacado del mes anterior.
Se termina la arcaica sección de Lo + destacado en..., llegan los centrifugados. Ya lo dijimos en 2012: vamos a centrifugar al 2013, antes de que él nos centrifuge a nosotros. Lo haremos mes a mes, despedazando aleatoriamente, formando sopas de letras más que nubes de etiquetas. Intentaremos rastrear una lógica narrativa al relato fragmentado que ofrecemos cada mes; aún a riesgo de dejar a la vista de nuestros lectores el errático criterio que nos guía.
En enero partimos con un asunto que nadie creerá casual: la CORRUPCIÓN. Pero si se revisan fechas, se podrá comprobar que nuestra entrada sobre bibliotecas corruptas fue anterior al último escándalo al respecto, y que por tanto se nos podrá tildar de estar al día, pero no de oportunistas.
También podemos prometer y prometemos que no hubo intencionalidad demagógica alguna, ni maniqueísmo perroflautero latente en el hecho de confrontar a RICOS y pobres, a cuenta de los hoteles de lujo y las bibliotecas para todos. Es simplemente que el azar digital nos juega esas pasadas.
Claro está que nuestra palabra puede quedar en entredicho ante post como Proletarias de la feminidad, pero cualquiera que lo lea o relea, comprobará que más allá del sensacionalismo marca de la casa: nunca llega la sangre al río en nuestras propuestas.
Pese a todo, la promesa de tormentas siempre está latente, y por ello en otro post aconsejábamos ajustarse los cinturones, al tiempo que nos encomendábamos a Santa Bette Davis, en plena turbulencia contra los recortes a bibliotecas. Envalentonados, nos soñábamos Chuck Norris, Steven Seagal o Charles Bronson, convirtiéndonos en justicieros poético-bibliotecarios que poníamos las cosas en su sitio. Y tanta vehemencia sólo podía culminar con un grito esperanzador a la par que guerrero de que ¡Esto es la jungla!
Tras tanta batallar, también nos entregamos al placer que nos aliviase de tantas emociones. Perseguimos la oscuridad latente bajo el terciopelo azul, y nos mecimos sensuales gracias a un Je t’aime…moi non plus revisitado.
Buscamos evadirnos recurriendo a la caja tonta, que nosotros proponíamos se volviera inteligente, dando consejos a las divas catódicas de nuestro país gracias a la literatura tupperware.
Y es que la televisión siempre será un dilema, un TV or not TV en el que nos dirimimos todos al llegar a casa; pero del que siempre se pueden rescatar golosinas como The Big Bang Theory, cuyo protagonista Sheldon Cooper, nos servía de excusa para dar lecciones sobre cómo activar nuestro cerebro.
Y es que ya lo hemos dicho con anterioridad: la lectura de este blog tiene efectos sobre la salud mental de nuestros seguidores, el que estos sean beneficiosos o no, queda en manos de especialistas.