jueves, 19 de junio de 2014

Epifanía en la Comicteca



Si el estereotipo bibliotecario, según como se mire, tenía cierto aura de excentricidad (aunque sea por ese aire friki que algunos nos adjudican, y que tan orgullosamente blandimos) después de la revelación que vamos compartir en este post es posible que esa imagen de flipados se agudice hasta el extremo.

La vitrina con la obra de Ware expuesta
Pero tenemos que contarlo, ayer a eso de las 13:45 tuvo lugar una epifanía en la Comicteca de adultos.

Justo a la entrada de la sección hemos colocado una peana con una vitrina de metacrilato, dentro de la cual hemos desplegado en exposición la última obra cumbre de Chris Ware: Fabricar historias.

Una obra revolucionaria que ha acumulado todos los premios habidos y por haber en su país de origen (los Estados Unidos), y que plantea un auténtico desafio creativo y formal al mundo digital.

Ware nos narra la historia de una mujer, desde su infancia hasta los 40 años, y para ello lleva al extremo sus experimentaciones con las formas de narrar una historia. Una novela gráfica en una caja, compuesta por 14 documentos en los más variopintos y diversos formatos, sin orden ni pistas de cómo tiene que ser leída, con lo cual para cada lector la experiencia será distinta.

Puedes empezar por la infancia o bien por el momento presente, por su adolescencia, o por las vidas de los otros personajes que rodean a la protagonista. Los experimentos estilísticos de Cortazar en Rayuela, o de Joyce en el Ulises, Ware los traslada al mundo del cómic creando una experiencia única y fascinante, que abre caminos insospechados para el futuro del noveno arte. Sólo el tiempo dirá si otros seguirán la impresionante senda que lleva trazando Ware durante los últimos años.



El momento de la iluminación
Pues bien, esa obra expuesta en la vitrina tan estratégicamente ubicada, a eso de las 13:45 recibe
directamente un rayo de sol que se filtra a través del lucernario que se abre sobre la Comicteca. Cual señal divina, el rayo de sol cae cenital haciendo brillar todo el metacrilato y también la obra expuesta; y nosotros, iluminados (que no Iluminati) hemos visto la señal. Está claro que nuestra sección de Comicteca lleva años cuidando, y mucho, todo lo relativo a la novela gráfica (término contestado donde los haya) y que ese es el camino por el que vamos a continuar, sin excluir por ello al resto de cómics.

Y es que ya lo hemos dicho más de una vez, la falta de prejuicios, y la baja consideración cultural que ha recaído sobre el cómic desde su creación, ahora juega a su favor. Cada vez más, el monopolio masculino sobre el mundo del cómic, se desmorona ante el auge de autoras femeninas que irrumpen con fuerza en el panorama nacional.

Por otro lado, adentrándose en el segundo siglo de su existencia, el cómic sigue demostrando su capacidad contestataria. Lo último, la rebelión de algunos de los dibujantes de El jueves, que ante la última censura a una portada antimonárquica, se han escindido y han publicado un cómic digital bajo el nombre de Orgullo y satisfacción que promete mantener el espíritu crítico y libre que hasta ahora habían mostrado nombres como Manel Fontdevilla, Albert Monteys o Paco Alcázar.

Pero volviendo a esa epifanía, esperamos que no sea la única. Nuestra idea es seguir exponiendo las joyas que hemos ido atesorando durante estos años de recorrido, y que surjan nuevas "visiones" de futuro para nuestra Comicteca, y para el cómic en general.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial post!!

Ahora bien, el vídeo es bastante escalofriante. No sé, a mi me ha sugerido algo parecido al maltrato de género, lo mismo soy muy susceptible a ese tema, pero me ha horrorizado bastante... pero también reconozco que es una realidad y que hay que denunciarla. Es una forma valiente de definir una relación tóxica.

El blog de la BRMU dijo...

Los gatos y ratones en dibujos animados son un clásico, no creemos que estuviera en el ánimo del autor llevarlo por la cuestión del maltrato de género, pero como toda obra, es susceptible de múltiples interpretaciones.