Las palabras fan y fanático tienen el mismo origen, pero el pasado viernes 13 de noviembre en la Biblioteca Regional: pudimos comprobar hasta que punto sus significados se oponen tanto como la luz a la oscuridad.
Fue el día elegido para arrancar nuestra nueva línea de agitación cultural: Bibliofriki.
Fueron mayoría los que quisieron inmortalizar el momento con sus móviles, que rieron divertidos y quisieron enterarse de qué iba todo aquello. Por contraste, otros ni levantaron la mirada de sus apuntes, e ignoraron el programa que nuestros decididos personajes distribuían por las mesas.
Está claro que no tenía porque interesarles el mundo friki; pero su falta absoluta de curiosidad, más bien nos hizo pensar que por mucho que hagamos: siempre tendremos visitantes imposibles de seducir para la oferta cultural de la biblioteca, que nos seguirán desaprovechando al vernos únicamente como salas de estudio.
No fue el caso de todo el público, de todas las edades, que se quiso retratar junto a los personajes; que bailó al son del tema de los Cazafantasmas, y que preguntó por cada una de las actividades que se van a realizar durante la próxima semana. A partir de ahí, los momentos divertidos se multiplicaron al abandonar la Biblioteca a bordo del tranvía, camino del centro en un populoso viernes por la tarde.
Desde honorables ancianos batiéndose en duelo con su bastón contra el malvado Darth Maul; coches con sus tripulantes bailando la música de los Cazafantasmas aprovechando los semáforos; o inenarrables combates balanceándose a lomos de Hello Kitty.
Y entre foto y foto (las de mejor calidad del estupendo profesional Arturo Manzaneque, con el que tuvimos la suerte de contar durante casi toda la invasión), se repartieron más de mil folletos con la programación, y cerca de 200 ejemplares del cómic murciano: Operación, aniquilar la Tierra : plan 10 del espacio exterior.
El eslogan de Bibliofriki proclama rotundo que "si nada te apasiona, eres un zombi"; y nadie, absolutamente nadie, podría tildar de zombis o amebas a José Manuel, Juan Carlos, Jody, Victoria, Minerva, Ana, Mª Dolores, Álvaro o Alicia. Su entrega y pasión por sus aficiones, los convirtieron en nuestros cómplices perfectos, y en el tipo de usuarios entregados a los que aspiramos cuando programamos alguna actividad. Gracias a ellos, el lanzamiento de Bibliofriki resultó de lo más prometedor.
De vuelta a la biblioteca, superadas las 22:00 h. de la noche, aún con la sonrisa en la cara, empezaron a llegar mensajes por Whatsapp al móvil de uno de nuestros Cazafantasmas, parisino de pura cepa, cuya familia vive en pleno centro de la ciudad del Sena. A esa hora, aún desconocíamos el alcance de lo que estaba pasando allí, pero el ánimo se nos enfrió ante un final tan oscuro para una tarde fantástica.
En el mundo de los cómics, del que provienen muchos de los personajes con los que la BRMU paseó por Murcia: los buenos siempre terminan venciendo a los malos tras muchas vicisitudes. En cambio, en el mundo real es dificil distinguir entre buenos y malos absolutos; aunque siempre es sencillo distinguir los actos que son fruto del bien o del mal.
We don't need another hero (No necesitamos otro héroe), que cantaba Tina Turner en Mad Max (película en la órbita del universo friki): nosotros en cambio sí queremos héroes. Héroes y supervillanos de fantasía para nuestra Bibliofriki que nos diviertan, animen y nos ayuden a celebrar la cultura como mejor vacuna contra la barbarie. Queremos fans, que no fanáticos, que sigan insuflando vida a las bibliotecas como armas cargadas de futuro y de progreso.
Más fotos en nuestro Picasa.
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