No vamos a aparentar una falsa modestia que no nos va nada.
Que la BRMU aparezca en los medios, que se hable de ella (a ser posible bien), que
sus propuestas tengan publicidad, que noticias nuestras se vuelvan virales: nos
gusta por lo que significa de que algo estaremos haciendo bien. Pero durante
las últimas semanas, la BRMU está siendo noticia por asuntos que ojala no la
hubiesen convertido nunca en protagonista.
Los recortes en los presupuestos que afectan al horario de
fines de semana, festivos y periodos vacacionales, y hasta cuestiones tan
cotidianas e indispensables como la factura de la luz, los carnés o los sistemas antihurtos: han hecho que la BRMU esté en boca de muchos.
Pero como en todo, siempre hay un lado positivo. Tanto la
campaña de firmas abierta en Change.org por el médico José Javier Berenguer
(cerca de 15.000 a día de hoy); como las recogidas físicamente en las hojas que
han estado disponibles en los distintos mostradores de la biblioteca (más de 8.400 firmas): no han hecho más que darnos alas sin necesidad de refresco energizante de por medio.
Algumos de los marcapáginas diseñados por artistas del Colectivo Ilustra |
El apoyo que hemos recibido durante estas semanas ha sido tan
emocionante; que no sabemos cómo agradecer a nuestros usuarios la forma en que
se han volcado para defender su biblioteca. Desde asociaciones estudiantiles, al
Colectivo Ilustra (de ellos son los marcapáginas que se repartieron la
concentración del sábado 16), y miles de usuarios que a través de las redes
sociales, memes de lo más ingeniosos, o llevándose hojas para ayudar en la recogida de firmas: han hecho que
las palabras con que cerrábamos el post Murcianía líquida se hagan más ciertas que nunca:
“que los ciudadanos se impliquen en defender a las instituciones culturales de su sociedad, es la mejor manera de construir libremente nuestra propia identidad.”
En latitudes tan lejanas geográficamente, pero próximas
culturalmente, como Buenos Aires: los recortes y despidos de personal en la
Biblioteca Nacional argentina han motivado una oleada de solidaridad y protestas por parte de intelectuales y escritores de ámbito internacional. No aspiramos a provocar adhesiones de tal altura, pero que los representantes de la cultura defiendan las bibliotecas es siempre síntoma de la salud intelectual de una sociedad.
El Agradecidos y emocionados de Lina Morgan se nos queda corto (aunque si hubiera lo que tendría que haber,
el personal debería rodar un flashmob al ritmo de esta canción, mientras bailan
en la escalinata de la biblioteca. Lo de las plumas y marabúes ya sería
opcional). Como dudamos mucho de las habilidades danzarinas de gran parte de la
plantilla (con honrosas excepciones), por el momento sólo podemos decir: gracias,
gracias, gracias por defender lo que es vuestro.
3 comentarios:
Esperemos que por fin empiecen a moverse las bolsas de trabajo de la CARM. Creando empleo público para dar servicios de calidad públicos como los de esta Biblioteca.
Esperamos que todo se solucione de la mejor manera posible. Gracias por el apoyo.
Parece que es lo mejor servicio público con personal de las bolsas de trabajo de la CARM, CREACIÓN DE EMPLEO PUBLICO SIN INTERMEDIARIOS POR MEDIO.
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