martes, 8 de mayo de 2012

Atraco a libro armado

Bookguns (libros-pistola) diseñados por el artista Robert The

Hay muchas y variadas maneras de fomentar la lectura. La última que han puesto en práctica en México, aunque ingeniosa, no deja de tener sus inconvenientes.

Jóvenes pertrechados con libros ocupan los transportes públicos, y sin previo aviso “atacan” a los pasajeros leyéndoles fragmentos de un libro. Sin duda resulta encomiable el deseo de estos jóvenes por promocionar la lectura, allá donde sea, y de la manera que sea. La performance literaria se desarrolla en hora punta, y en cualquier medio de transporte público que pillen al vuelo.

La sagrada Biblia en formato granada
En mitad del estruendo, se alzan las voces tímidas de estos jóvenes, que parecen proclamar que la cultura ha de tomar la calle, como una manera de vencer tantas injusticias y violencia como asola a la sociedad mexicana.

Pero al observar la foto que aparecen en prensa, el pie de foto más idóneo pudiera ser aquello de que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Y es que si además de sufrir la polución, los atascos, las prisas, los calores y los apretones, hay que aguantar que unos jóvenes te atronen al oído gritándote textos literarios, la iniciativa pinta más disuasoria que seductora.


Los jóvenes en plena acción lectora
Fuente: Milenio

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