miércoles, 2 de julio de 2014

Literatura a fuego lento

Una de las joyas de nuestra Comicteca:
el manga de elBulli, autografiado y regalado
por Ferrán Adrià

La moda culinaria que cada vez contagia a más y más gente, corre el riesgo de dejar en la cuneta a miles de entusiastas aficionados, tratándose la depresión al constatar que ninguna de las recetas de Masterchef les salen, que su talento cocinero no les alcanza ni para que les contraten en un restaurante de los que visita Chicote, y que nunca serán las estrellas gastronómicas, no ya de un plató, sino tan siquiera de su cocina.

Ante tanta frustración, el mejor remedio como siempre: la cultura. Abraham García es escritor y cocinero, y conocedor de que, aparte de la calidad de los ingredientes, y la habilidad en los fogones, lo más importante, como en todo, es el tiempo: ha lanzado un proyecto precioso que no excluye a nadie, estemos dotados o no con el gen de la buena cocina.



A través de la web Demos la vuelta al día, Abraham propone a todos los aprendices de Ferrán Adrià: las recetas noveladas. Un genial concurso en el que literatura y cocina se entrelazan como nunca. Con estas recetas noveladas no hace falta controlar el tiempo, porque el tiempo que se emplea en leerlas es, a la vez, el tiempo que se tarda en cocinarlas.


Se trata de escribir una historia corta, en la que se incluya la receta en cuestión, y así se sigue la receta, y a continuación, se lee la historia durante los intervalos que requieran los alimentos para: cocerse, freírse o cualquier otro proceso que necesite la confección del manjar.





Tres opciones de participación en este concurso: elegir una receta y escribir la historia en torno a ella, continuar alguna de las ya iniciadas que se pueden ver en la web, o simplemente contar una historia en un solo tweet. Los premios para los ganadores de este concurso de recetas noveladas no podían ser otros, que ganar un banquete en alguno de los más prestigiosos restaurantes del país.

¡Nos encanta la iniciativa! Sólo le ponemos una pega: que no la hayamos inventado nosotros, no podemos evitar sentir envidia, eso sí de lo más saludable. Algún día tendremos que volver a asociar a nuestra biblioteca con la gastronomía, como en nuestro añorado ciclo Lecturas deliciosas.

De hecho, aparte de, por supuesto, libros y revistas sobre cocina, (que tienen lógicamente mucha demanda), tenemos curiosidades como el manga que el restaurante elBulli, y el restaurante de Tokio, Mibu, editaron hace unos años, y que amablemente nos regaló Ferrán Adrià tras su colaboración en la segunda Brújula para tebeos.

Firo Vázquez cocinando papeles
Pero si colaboramos con Adrià, uniendo gastronomía y lectura, sería imperdonable que no llegásemos a colaborar con alguien que nos pilla más cerca: con el gran Firo Vázquez. De momento no hay nada pensado, pero algo tendremos que imaginar.

Ya hablamos en Biblioteca caníbal, de las maravillas que está haciendo en su restaurante de El Olivar en Moratalla, con su menús de papel comestible, que han dado  ya la vuelta al mundo.

Su último menú con homenajes a Rayuela de Cortázar, la Mil hojas del Quijote, el Libro rojo de Mao hecho virutas o la posibilidad de comerte la cuenta; son algunas de las maravillas que Firo está lanzando desde el noroeste murciano al resto del mundo, y a las que algún día, nos atrevemos a vaticinar, rendiremos homenaje en la BRMU.

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