El logo de la BRMU con los colores del Orgullo gay, gracias a la aplicación con la que Facebook permite mostrar el apoyo al colectivo LGBT |
Nos incomoda, como a muchos, el uso de extranjerismos gratuitos. Pero también es cierto que determinados anglicismos han calado tanto a la hora de describir ciertos conceptos, que en ocasiones resultan muy útiles.
Por ejemplo, ese gay friendly sobre el que interrogamos en el título de este post: que no viene a ser otra cosa que la manera que se tiene para calificar a lugares, personas, políticas o instituciones que están a favor del reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Si la BRMU es o no gay friendly, en cualquier caso debería ser respondido quizás por la asociación No te prives, que en nuestra Región representa al colectivo.
Y no sería ninguna cuestión superflua, si aprovechando que estamos en la semana del Orgullo gay, repasamos lo importante que las bibliotecas han sido para el colectivo a la hora de alcanzar la deseada normalización en las sociedades occidentales.
"Abraza a un homosexual", pionera iniciativa del colectivo LGBT |
Nada menos que en 1971, la activista por los derechos de los gays Barbara Gittings, organizó la campaña Abraza a un homosexual (Hug a homosexual) en la convención de la ALA (Asociación de Bibliotecas Americanas) como una manera de dar visibilidad al colectivo, y reivindicar la importancia de su presencia en las bibliotecas. Con el consiguiente escándalo para muchos conservadores del sector.
Ya hablábamos en Donaciones interesadas, de cómo las asociaciones gays de Canadá efectúan grandes donaciones de fondos a las bibliotecas de su país, como una forma de sensibilizar a la ciudadanía sobre el respeto hacia sus derechos. Ese reconocimiento hacia el papel y la importancia que las bibliotecas públicas tenemos para ayudar en la concienciación sobre determinados asuntos; deja claro que los activistas del colectivo sí que han sido siempre libraries friendly.
La portada de la polémica |
Desde entonces, afortunadamente, se han dado muchos progresos. Ya en los ochenta (en plena irrupción del VIH) nació un tesauro para estandarizar terminología propia del colectivo, y así lograr encabezamientos "más amables" en las catalogaciones de la Biblioteca del Congreso. Hasta llegar a la Comisión del Arco Iris creada en 2010, para la elaboración de bibliografía recomendada a bibliotecas.
Global gay: cómo la revolución gay está cambiando el mundo |
En la Biblioteca Regional, si rastreamos en nuestros fondos, encontraremos desde obras que abordan la homosexualidad desde la sociología, la religión, la perspectiva histórica, el arte, la medicina, la psicología, la filosofía o incluso la música.
Y si indagamos por el lado de la teorías de género o las políticas queer (políticas marica o bollera: el colectivo gay ha sido maestro a la hora de invalidar al enemigo a través de la apropiación del lenguaje), contamos con los títulos más significativos de autoras como Beatriz Preciado, Judith Butler, Camille Paglia o Itziar Ziga, por mencionar sólo algunos nombres.
Pero por supuesto hay muchísimo más. Las películas, los cómics, la narrativa, hacen que el número de obras que abordan la cuestión de una manera u otra; requerirían de una búsqueda casi estantería por estantería.
Incluyendo por supuesto, libros infantiles. Títulos como Paula tiene dos mamás, Las cosas que le gustan a Fran, o el tristemente célebre Tres con Tango. Y no decimos que sea tristemente famoso porque su historia sea triste, todo lo contrario: sino por el gran número de censuras que lleva acumuladas en muchas bibliotecas.
La última, en las bibliotecas de Singapur, donde junto con otros títulos infantiles que buscan explicar a los más pequeños una realidad con la que tendrán que convivir: las autoridades han decidido destruir todos los ejemplares de la tierna historia de cómo dos pingüinos machos crían a un polluelo.
Por eso, pese a que en todos los Estados Unidos ya sea legal el matrimonio gay (algo de lo que nos podemos sentir orgullosos en nuestro país), a que el Papa Francisco haya abogado por el respeto desde la Iglesia, o a que en un país tan tradicionalista como México, se haya legalizado también la unión entre personas del mismo sexo. Mientras se siga persiguiendo y discriminando en cualquier rincón del planeta a un colectivo: las bibliotecas debemos estar presentes.
Y para poner algo de música a esta panorámica apresurada sobre la relación bibliotecas-colectivo LGBT, no necesitamos subirnos a ninguna carroza. Nada mejor que cerrar con el bellísimo tema de John Grant, Glacier. Su vídeo es el resumen perfecto de ese largo recorrido que se lleva librando desde hace décadas por algo tan básico, como es el respeto a la opción sexual de cada uno:
4 comentarios:
Conmovedor post, afortunadamente en España la mayoría nos sentimos con ganas de abrazar a un gay, y también de sentirnos uno de ellos por todas las humillaciones que han tenido que padecer, aun en estos tiempos.
Nos alegra que te haya gustado. Las bibliotecas debemos ser siempre instrumentos de progreso social, por eso, que el colectivo gay recurra a ellas para visibilizarse y reivindicar la igualdad de derechos, nos hace sentirnos realmente útiles.
Daros la enhorabuena por este nuevo enfoque, de sacar a la palestra temas que eran tabú en ciertos ámbitos. Las Bibliotecas como centro de debate social y de lucha por los derechos de todos los colectivos, para sensibilizar a la opinión pública de otras realidades, de otras problemáticas. Queda todavía mucho que debatir y de que nos ilustreis, se me viene a la cabeza por ejemplo : el maltrato de género, la justicia social, las diferencias entre norte y sur, etc.
Una vez más mi enhorabuena.
Muchas gracias, nos motiva mucho cuando tratamos temas con repercusión social y percibimos que interesan. Si las bibliotecas quiere seguir siendo relevantes deben implicarse aún con más determinación en los tiempos que vivimos. Ningún asunto queda fuera de una biblioteca, porque una biblioteca debe estar abierta a todas las opiniones, todos los puntos de vista. Esa es su riqueza como institución.
En el post Bibliotecas low cost [http://brmu.blogspot.com.es/2015/06/bibliotecas-low-cost.html], recogíamos la frase de una trabajadora social con la que cada vez estamos más de acuerdo: "las bibliotecas son los últimos baluartes de la democracia".
Y sí, afortunadamente hay muchos asuntos que se pueden abordar desde la óptica bibliotecaria.
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