miércoles, 11 de febrero de 2015

Filtro de amor


Hace unos días se celebraba la efeméride de los 30 años desde que se editó el archifamoso tema We are the World. Repasar la nómina de celebridades del mundo de la música que intervinieron en la iniciativa solidaria por África a través de este tema, es de auténtico vértigo viéndolo en perspectiva.

Sobre las movilizaciones de famosos por causas benéficas, siempre sobrevuela un ligero aire de sospecha; que se disipa rápidamente si el resultado merece la pena. Ni por asomo comparamos asuntos, pero no estaría mal que dado el gran número de músicos, sobre todo que los últimos años, que han defendido a las bibliotecas, les diera por crear un We are the libraries. La inexistente coral de la Regional, estaría encantada de dar el do de pecho en tamaño hit.



En Gran Bretaña es donde más movilizaciones se han dado durante estos años de crisis en defensa de las bibliotecas: por parte de músicos, pero también de actores o escritores. En nuestro país, en cambio, salvo manifestaciones de apoyo dispersas ( Javier Marías o Manuel Rivas por ejemplo), no se han prodigado demasiado desde ningún sector de la cultura a la hora de reivindicar a las bibliotecas. Por eso nos fijamos tanto en campañas foráneas, como por ejemplo, la que de manera ejemplar, valga la redundancia, están llevando a cabo en Italia.




Editores, libreros y bibliotecarios del país han organizado una campaña conjunta en las redes sociales para ensalzar la lectura. Twitter, Facebook, Instagram o Google + serán algunos de los circuitos por donde se repetirá el hashtag #ioleggoperché (lo leí), con el que han implicado hasta a las redes de supermercados (ya lo hemos dicho más de una vez: las bibliotecas públicas somos supermercados de la cultura). E incluso la red de ferrocarriles se une celebrando un bookcrossing a nivel nacional.

Todo con tal de motivar a los que leen, en una campaña que llegará hasta el 23 de abril: día en que se clausurará el proyecto en Milán, con un gran evento que se retransmitirá en horario de máxima audiencia a través de la RAI3. Pese a Berlusconi, parece que la televisión en Italia va más allá de las Mama Chicho y descendientes españolas.



¿Imaginamos algo similar en nuestro país? Por nuestra parte que no quede, estamos más que dispuesto a colaborar en lo que haga falta para una campaña nacional, mundial o intergaláctica para declarar nuestro amor por la lectura y la cultura en general. De momento, y de manera muy modesta nos quedamos con nuestro concurso de cartas de amor cuya resolución será esta semana.

La idea proviene también de otra campaña extranjera, en este caso de nuevo de las muy activas bibliotecas escocesas; donde lanzaron a finales del año pasado, un concurso para que tanto usuarios, como artistas o escritores, enviasen cartas de amor a su biblioteca favorita. Un filtro de amor para celebrar un San Valentín diferente, en el que la defensa y la reivindicación de las bibliotecas, inspire las pasiones más desatadas.



Deseando estamos de leer las cartas ganadoras de nuestro concurso, a ver si las bibliotecas somos el objetivo amoroso de algún romántico participante; o somos objeto de su desamor, que también puede ser. Siempre que salgan del corazón (puestos a darnos al tópico no conocemos freno) nos damos por felices. Tan felices y entregados como los chicos de Metronomy (grupo confirmado para el próximo SOS 4.8) en la interpretación de sus Love letters (Cartas de amor):





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