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lunes, 3 de diciembre de 2012

Biblioteca talismán



Los que llegan hoy por primera vez a este blog, probablemente habrán picado alguno de los anzuelos que hemos lanzado en Facebook y Twitter. Confiamos que nadie se sienta estafado, salvo quienes crean a pie juntillas que por romper una cadena de correos o mensajes van a atraer las desgracias sobre su persona. En ese caso, que este blog actúe de correctivo aún a riesgo de ganarnos su desprecio.

En el resto de casos, decirles que están de enhorabuena, al compartir hoy este blog, están colaborando a propagar la investigación de la Sociedad Radiológica de los Estados Unidos según la cual: acudir a una biblioteca ayuda a preservar nuestro cerebro. Así como suena, junto con leer, escribir, jugar al ajedrez, el visitar bibliotecas ayuda a prevenir el deterioro mental al llegar a edades avanzadas.

Nosotros ya sabíamos que las bibliotecas benefician seriamente la salud, pero hasta ahora no teníamos coartada científica. El simple hecho de deambular por nuestras salas en busca del libro, la película o la música que nos atrape ya nos fortalece el corazón, porque seguro que algo nos emocionará, alegrará, o nos dará que pensar, y además nos permitirá socializar.

Ahora envalentonados, nos atrevemos a dar un paso más, y aseguramos que además las bibliotecas damos buena suerte. Lo que pasa es que no sabemos a qué ciencia acudir para que nos lo confirme. Pero a los hechos nos remitimos, ¿cuántos escritores, políticos, pensadores o empresarios exitosos prosperaron gracias a las bibliotecas? Sin ir más lejos John D. Rockefeller empezó trabajando en una biblioteca, Abraham Lincoln fue autodidacta y se formó gracias a las bibliotecas, y tantos otros que recogíamos hace meses aquí.


Detalle del polémico mural que Diego Rivera pintó para Rockefeller

Como bien dice el pie de la foto de otro triunfador, ese Obama casi imberbe con que encabezamos esta entrada: Donde todos los chicos guays pasan el rato. Por eso, queremos ser tu biblioteca talismán. Porque estamos convencidos de que una visita a la biblioteca puede ayudarte a enderezar un mal día, y atraer la buena suerte como le pasa a la poli de este vídeo. Después de todo, fortalecemos el cerebro: ¿y qué es la buena suerte, sino la actitud positiva de un cerebro fuerte?




Fuente: 20 minutos

martes, 16 de octubre de 2012

Bibliotecas, reinas del GLAM

Ru Paul celebrando al Glam con su cuerpo

Ni por el tacón de aguja, ni por los ojos pintados con dos kilos de rímel, ni por los labios muy negros, ni mucho menos por habernos quedado en el 73. Pero si algo ha quedado claro en el VI Congreso de Bibliotecas Públicas, que se celebró la semana pasada en Burgos, es que las bibliotecas somos las incontestables REINAS DEL GLAM.



Un GLAM que nada tiene que ver con la música o la moda; pero que en cambio, nosotros vemos muy conectados. Pero vayamos por partes. El GLAM del que se habló en el Congreso, es el nombre de un proyecto que persigue conectar a galerías, museos, archivos y bibliotecas a través de la Wikipedia.

Para ello se articulan diversas iniciativas a desarrollar mediante la cooperación entre dichas instituciones. Y hablando de cooperación, si hay alguna institución que ha hecho de la cooperación bandera, esa ha sido la biblioteca pública. Por tanto, es de justicia reivindicar la banda cruzada, o mejor, la corona de reinas del GLAM, para las bibliotecas.

Acrónimo de Galleries, Libraries, Archives and Museums

Pero esta entronización a la que postulamos, se refuerza aún más al desvelar que nuestra esencia bibliotecaria, también tiene mucho que ver con el barroco movimiento estético y musical, que abanderaron allá por los 70, figuras como Marc Bolan y su banda T-RexGary Glitter, o por supuesto, David Bowie.

Quizá cueste verlo, si nos quedamos en el estereotipo del bibliotecario/a; pero hay que procurar ir más allá. Si lo que caracterizó al movimiento glam, fue la ambiguedad, el disfraz, y lo divertido: ¿no es acaso esta imagen la que perseguimos las bibliotecas?  Ambiguas entre lo impreso y lo digital, maquilladas para seducir al público, bulliciosas cual centros comerciales de la cultura y el ocio.
 
El actor James Franco travestido para
Candy

Tanto es así, que osamos acuñar una nueva denominación para ese glosario informal, con el que poco a poco, alimentamos este blog. 
Se trata de la Biblioteca transformista (o directamente travesti, según el caso), portada inminente para la revista especializada Candy.

Y para argumentarlo nadie mejor que Luis G. Berlanga, y lo que declaró hace años, sobre el rechazo hacia la parafernalia típicamente femenina, por parte de un feminismo mal digerido:


"los taconazos, las medias, los ligueros, los corseletes [...] Si no es por los travestis [...] las generaciones venideras llegarían a olvidar que existió la seducción"

Berlanga, el fetichista hecho fetiche
Es en este sentido, en el que las bibliotecas se travisten con ropajes lúdicos, divertidos, llamativos y renovados que llamen la atención a un usuario infoxicado y asaltado por miles de estímulos, que cual cantos de sirena, lo aturden y le hacen carne exclusiva de best seller. Sólo de esta manera, aunque sea de estraperlo, preservaremos el concepto de cultura más rico y amplio posible en esta civilización del espectáculo, que diría Vargas Llosa.

Como en este blog somos muy predecibles, si hemos arrancado con una canción, es de recibo concluir con otra. Podríamos haber elegido a grupos filo-glam como Suede o Placebo, pero hemos optado por los Scissor Sisters, por varias razones. La primera, por representar el revival glam más hedonista y lúdico (sólo hay que ver la divertidísima actuación que recuperamos), pero hay otra razón que nos lleva de regreso al Congreso de Bibliotecas Públicas.

Cooperación aparte, si ha quedado algo claro, ha sido la necesidad de la vocación social de la biblioteca. Nos debemos más que nunca a nuestra comunidad, y la participación de nuestros usuarios (presencial o vía digital) es esencial.

Y precisamente el último single de los Scissor Sisters (Let's have a kiki) se ha propagado por Youtube, gracias a un vídeo realizado por un fan, paralelamente al propio vídeo oficial. Una práctica  habitual, que supone todo un ejemplo de interacción artista-fan,que para sí quisiéramos las bibliotecas con nuestros usuarios.


lunes, 6 de agosto de 2012

Confianza ciega

La fábula de la rana y el escorpión
el mejor ejemplo de confianza traicionada

Cada vez es más difícil, por no decir imposible, depositar confianza ciega en nada ni en nadie. Pero puestos a confiar en alguna institución o en algún gremio, ¿cuán de fiar somos las bibliotecas, o más concretamente los bibliotecarios para la ciudadanía? (para la ciudadanía que sabe que existen las bibliotecas, claro está)

La pregunta en cuestión nos surge con motivo de una idea, que estamos pensando en copiar directamente en nuestro centro para el próximo curso. Proviene de la biblioteca pública de Seattle (Washington), y consiste en diseminar unas misteriosas bolsas por las estanterías con libros dentro, cuyos títulos solo se conocerán una vez se retiren en préstamo.

La bolsa sorpresa en las estanterías

Está orientado al público infantil-juvenil, y añade un aliciente de misterio y juego a la hora de fomentar la lectura, aparte de suponer un voto de confianza por parte de los jóvenes lectores hacia el buen criterio de sus bibliotecarios. Pero también se podría plantear para un público adulto, ofreciéndolo como un regalo-sorpresa en el que le pidamos a nuestros usuarios que solo sea abierto una vez abandonen el centro.

La filosofía es similar a la de nuestros Packs de préstamo, pero con un efecto sorpresa que lo hace más divertido. Lo interesante será saber después, si la sorpresa para los que aceptan confiar en nosotros, ha sido positiva o negativa.

En cualquier caso, nuestra capacidad para defraudar nunca será tan grave, así que nos podemos permitir estos experimentos con gaseosa como una manera de alegrar nuestra oferta.

Los riesgos son evidentes. Pueden esperar encontrarse con el bestseller 50 sombras de Grey al abrir la bolsa, y en su lugar estar El amante de Lady Chatterley, o que sea Juego de tronos y toparse con El cuarteto de Alejandría. Pero así somos los bibliotecarios, no lo podemos evitar, va en nuestra naturaleza: y en cuanto se descuida el incauto usuario que nos sirve de sustento, le clavamos el aguijón de la buena literatura.

Y tú, ¿confiarías en un bibliotecario?

jueves, 2 de agosto de 2012

Cultivando la cultura

El libro que crece

Nunca la etimología de la palabra cultura estuvo más presente, que en la instalación del artista Massimo Bartolini bautizada como Bookyard. Literalmente un viñedo situado tras una abadía, del que emerge una biblioteca con sus estanterías y libros al aire libre, cual cosecha. No es que sea precisamente una época fértil para las bibliotecas, pero instalaciones como ésta resultan especialmente reconfortantes en su concepto; al igual que la obra Growing Book (algo así como "el libro creciente") de Eric Zhang, con la que hemos arrancado este post.


Diferentes perspectivas del Bookyard

Somos cansinos, es cierto, pero es un ejemplo de lo más gráfico de lo que tantas veces hemos aseverado aquí: que las bibliotecas son las infraestructuras culturales básicas.

Museo-bar de H.R. Giger en la
ciudad suiza de Gruyères
 Infraestructuras tan básicas como el armazón, o el esqueleto de un edificio, tal cual como el de la fantástica biblioteca noruega en la ciudad de Vennesla, una estructura que puede recordar lejanamente a los diseños del artista H.R. Giger para la mítica Alien (tan de actualidad gracias al estreno mañana de Prometheus), pero sin que encierren ningún monstruo (como no sean los de la razón) sino todo lo contrario: un lugar tan acogedor que envuelve casi de manera orgánica.

La orgánica biblioteca noruega

Y es que arte y bibliotecas son una alianza que siempre da buenos frutos. En este blog hemos recogido ya muchos ejemplos, y uno de los más llamativos fueron las misteriosas esculturas de las que hablábamos en Arte furtivo, que ahora salen de gira exponiéndose por las distintas bibliotecas de la ciudad de Edimburgo, alimentando otro misterio para una ciudad enigmática de por sí.

Cosecha, arte, cultura, términos concomitantes que se dan cita en una recomendación de lectura para este fin de semana: El Ángelus de Frank Giroud, una novela gráfica que entrelaza en su historia al arte con la vida y la cultura, y que nos sirve para cerrar el post en todo lo alto.



lunes, 16 de julio de 2012

Ahora que somos pobres




Ahora que nuestro país ha dejado de ser un nuevo rico (con lo estentóreamente grosero que resulta ser un nuevo rico), y se hace casi imposible ver el vaso medio lleno, no podemos más que coincidir con mucho de lo que expresaba Javier Marías en su columna Maravillas de la crisis.

Entre lo que más refrendamos, se encuentra la revalorización de la formación como algo indispensable para el progreso. Lo hacemos de forma totalmente interesada, ya que el incremento que muchas estadísticas dan sobre el uso de bibliotecas en tiempos de crisis, es de las pocas notas optimistas que podemos extraer de esta situación.

Resistencia bibliotecaria
bajo el puente
Hace meses en Guerrilla bibliotecaria, veíamos un ejemplo artístico-combativo de lo que la cultura podía aportar a estos tiempos convulsos. Y el movimiento guerrillero sigue activo en la ciudad de Nueva York. Ahora se trata de la artista-activista Anya Hamman, que ha convertido lo de vivir debajo de un puente en algo hasta deseable. Este movimiento que okupa espacios urbanos con mini-bibliotecas, ha encontrado en Hamman a una nueva adalid que ha instalado mini-bibliotecas debajo de varios puentes de la ciudad.

Con fondos rescatados de bibliotecas que se iban a perder, la artista ha seleccionado las obras según las zonas de la ciudad, y así por ejemplo bajo el puente de Broadway (más cercano a la playa) las obras escogidas son orientadas a la evasión y propicias para un día de relax sobre la arena.

Una iniciativa que se está extendiendo por Estados Unidos y Canadá, y que busca fomentar la alfabetización al tiempo que refuerza el sentido de comunidad. Ni el patrón oro, ni la evasión de capitales, ni el odiado corralito, el único valor seguro será siempre la cultura, que como un puente nos protegerá de las aguas turbulentas.

miércoles, 11 de julio de 2012

Bibliotecas 2029

Mundo viejuno del espacio

Allá por los setenta, en pleno furor galáctico, surgieron no pocas ficciones televisivas al socaire del vendaval de La guerra de las galaxias. Una de las más casposas, y por ello más entrañable, fue Espacio 1999. Estilismos, tramas, efectos especiales o personajes practicaban un futurismo de lo más jocoso incluso entonces.

Maya de Espacio 1999, la equivalente
femenina de Mr. Spock
Y es que aventurar qué será de nosotros y de nuestro mundo, es siempre un ejercicio funambulista que hace equilibrios entre lo ridículo y lo plausible; pero que en ocasiones, más allá de la ficción, es obligado llevar  a cabo. Y eso es lo que se han propuestos los colaboradores del nuevo portal web Bibliotecas 2029, en el que un grupo de expertos en el mundo bibliotecario van a analizar, criticar, pronosticar o comentar la situación actual de las bibliotecas, y lo que se prevé nos deparará el futuro en medio de estos tiempos convulsos para la cultura sustentada por fondos públicos.

A la izquierda la biblioteca que aparece en Star Wars II,
a la derecha la Trinity Library en Dublín
Puede que muchas de las hipótesis que a partir de ahora se publiquen ganen dentro de unos años, ese encanto demodé de Espacio 1999, pero una web de estas características se hace más necesaria que nunca como un nuevo foro en el que estar al día, y desde el que escudriñar las claves para nuestra supervivencia.

Con artículos en castellano y traducidos del inglés o el francés, en nuestro blog ya hemos jubilado la bola de cristal, y nos abonamos al rigor y la fiabilidad de esta prometedora iniciativa.

Y como cierre, una concesión a la nostalgia televisiva de los que están en los cuarenta.

jueves, 5 de julio de 2012

Predicción meteorológica favorable para bibliotecas


"..arde la calle al sol de poniente"
el clásico imperecedero de Radio Futura

A veces surgen aliados insospechados para las bibliotecas. Los infernales cuarenta y largos grados a los que llegamos la semana pasada en Murcia, hubieran sido un acicate impresionante para aumentar nuestras estadísticas de visitantes, si se hubieran solapado con un corte eléctrico generalizado.

Eso es lo que está pasando en los Estados Unidos esta semana, las fuertes tormentas de los días pasados han dejado sin electricidad a millones de usuarios, y ello ha motivado que las, olvidadas por muchos, bibliotecas de barrio, se hayan transmutado en una suerte de paraísos con aire acondicionado, conexión a Internet, y bueno sí, también llenas de muchos libros.

Los bibliotecarios están sobrepasados por una demanda que no podían prever, y hasta en el último rincón de las bibliotecas, se encuentra a alguien conectado a la red, o simplemente leyendo.

Será curioso constatar las estadísticas de estas bibliotecas a final de año, y no olvidar la explicación de ese pico desmesurado que aparecerá en todos los gráficos. Lo único que cabe esperar es que sirva para despertar el hábito dormido de visitar de nuevo las bibliotecas, cuando todo vuelva a la normalidad.

 

 
Fuente: Infobae

miércoles, 27 de junio de 2012

DJ Bibliotecarios en la pomada

Adaptarse o perecer

En tiempos de crisis hay que priorizar lo que se gasta. Y si los recortes en cultura son inevitables, es lógico que en determinadas localidades se priorice la contratación de los DJ Paquirrín o Pitbull frente a las bibliotecas.

Por eso hoy queremos volver a la figura del DJ Bibliotecario que ya pergeñamos en otro post, como una manera de subirnos a ese carro, y así justificar nuestra supervivencia. Faltaría acuñar la definición de dicho término, pero sería algo cercano a la figura de un bibliotecario referencista salido de madre. Entre sus funciones estaría la de crear productos que atrajesen por establecer conexiones y estimular sensaciones entre los lectores-oyentes-espectadores-internautas asiduos de nuestro centro.

Y también en ofrecer respuesta a demandas latentes de su comunidad. Y ese es el caso de las diez bibliotecas seleccionadas como las más innovadoras en los Estados Unidos, cuyos proyectos justifican el papel imprescindible de las bibliotecas en el mundo hipertecnificado y en crisis en que nos desenvolvemos.

Desde la ayuda a nuevos escritores para que consigan publicar sus trabajos en la Biblioteca de Sacramento en California, a la creación de un servicio para pequeños negocios en la Biblioteca de Brooklyn, que ayudó a 740 desempleados a encontrar trabajo, pasando por programas de nutrición para adolescentes en Texas, o el fomento de la sostenibilidad a través de la promoción del uso de bicicletas y gestión de jardines en Arlington.

Pan y circo para tiempos de crisis

Ante esta capacidad de adaptación que manifestamos los bibliotecarios, también serían oportunos nombres tales como: los bibliotecarios mutantes o camaleones. Pero tenemos asumido, que ni con toda la capacidad de un camaleón, seríamos nunca capaces de conseguir el impacto cultural de un Paquirrín.


Fuente: Examiner

martes, 26 de junio de 2012

El pingüino nos quiere otra vez

El logo de Penguin Books evolucionando a lo largo de los años,
y ahora evolucionando también en lo digital

No estamos hablando del desagradable Pingüino de Batman, pero sí que utilizamos su imagen hace unos meses en el post Al pingüino no le gustan las bibliotecas. Era nuestra manera de afearle la decisión a la multinacional editorial Penguin Books, por dejar de suministrale ebooks a la bibliotecas públicas.

Pues bien, en algún estudio de mercado de la editorial, o en algún consejo de administración, algún ejecutivo sin anteojeras debe haber aplicado algún análisis DAFO, y las bibliotecas hemos pasado de amenazas a aliados, en lo que se refiere a los libros electrónicos.

De momento este retorno del pingüino será para las bibliotecas públicas de la ciudad de Nueva York, pero más adelante se plantea que el gigante editorial permita la adquisición de ebooks por parte de las bibliotecas públicas a lo largo de todo Estados Unidos, y por tanto, su posterior préstamo a los usuarios de las mismas.

¿Un armisticio en el conflicto bibliotecas-editoriales a cuenta del libro electrónico, o pura estrategia comercial ante la mala imagen que la editorial estaba dando? Tanto da, el caso es que marca una ruta de futuro para las relaciones entre el mundo editorial y el bibliotecario, que esperamos que finalmente los convierta en aliados analógicos o digitales.


jueves, 21 de junio de 2012

Cultura al desnudo

Spencer Tunick en la biblioteca

Lo del flashmob arrasa por todas partes, y tanto es así que ha llegado hasta las bibliotecas. Todavía recordamos el hilarante vídeo de la aparición de los cazafantasmas en la Biblioteca Pública de Nueva York, que aunque sin ser exactamente un flashmob, conseguía el mismo efecto sorpresa. Pero el último del que tenemos noticia ha sido mucho más cerca.

Concretamente en la Biblioteca Pública de Valladolid, en la que han tenido la buena idea de celebrar el Día de la música (hoy 21 de junio) haciendo que un coro de repente, empezara a cantar en mitad de la sala de estudio. Y gracias al contagio de la niponización fotográfica del “yo estuve allí”, un móviladicto ya ha colgado un vídeo para hacerse una idea.

La sorpresa será agradable o incordiante según lo “atacados” que estén los estudiantes, pero que duda cabe que es un manera estupenda de crear un momento especial. Nosotros en la Regional, con motivo de nuestro décimo aniversario (en el 2006), hicimos actuaciones sorpresa en nuestras salas; pero quizás sea el momento de calentarnos la cabeza para, nuevamente, hacer algo divertido con que ahuyentar tanta nube negra.

Por ejemplo, ¿por qué no invitamos al fotógrafo Spencer Tunick a que venga a hacer uno de sus retratos multitudinarios a nuestras salas? , ¿habría muchos voluntarios? En cualquier caso el título estaría claro, y quedaría muy propio para estos tiempos: la cultura al desnudo.

lunes, 11 de junio de 2012

Recortando los recortes



Repasar la prensa estos días es un continuo sobresalto, por eso hemos preferido coger las tijeras, y fabricar nuestro propio coctel de noticias para este lunes tumultuoso. Hemos recortado de aquí y allá, rescatando noticias que nos reconforten de algún modo.

Manuel Rivas
El primer recorte es del artículo que Manuel Rivas publicó ayer en El País (La resistencia erótica de las bibliotecas), que en un domingo tan poco dado a la placidez informativa nos resultó todo un alivio por fragmentos como estos:

“es difícil señalar un lugar donde se dé mayor diversidad, mayor mezcla entre gente de diferentes generaciones, clases sociales, géneros, orígenes, ideologías, creencias o estéticas que en una biblioteca pública. Se habla mucho de los bajos índices de lectura en España, pero se habla poco de la gran revolución vivida en muchas ciudades, grandes y pequeñas, al crear, y con bajo coste, redes de bibliotecas públicas. No hay ninguna entidad, ni siquiera deportiva, que en proporción tenga tantos asociados como las bibliotecas públicas."
“[…] En la ciudad pluricéntrica, la biblioteca […] debería ocupar los lugares de referencia, la primera marca en las coordenadas humanas de la ciudad. El lugar sentipensante, de resistencia y re-existencia.”
Argumentos que en más de una ocasión hemos bosquejado en este blog, y que escritos por Rivas nos emocionan doblemente. Si algo queda que nunca se podrá recortar, eso es el talento, y las bibliotecas somos el refugio idóneo para que todo ese talento se forme, gracias a nuestros fondos.

Talentos que transformen el recorte en arte, como hace el cineasta Lewis Klahr; que recorta cómics antiguos, revistas o fotografías para construir fascinantes películas que nos permiten despedirnos reconciliados con el significado del verbo recortar:


martes, 29 de mayo de 2012

Memoria sentimental bibliotecaria


Cómo hemos cambiado, que decía la canción

Con el post de ayer se nos abrió la vena nostálgica, pero como no queremos caer en batallitas, nos centraremos en una que nos toca especialmente de cerca.

El año pasado cumplíamos 15 tiernos años como Biblioteca Regional de Murcia, en su último y estupendo emplazamiento. Pero las bibliotecas públicas en Murcia, tienen un recorrido muuuuuuuucho más largo. De ahí esta pequeña joya que recuperamos en esta entrada: la primera biblioteca pública de la ciudad de Murcia.

El imponente ficus de la plaza de Santo Domingo

Adolfo Domínguez
Si ayer mencionábamos La Granja (y mentimos, pues aquí va una de batallitas), Antonio López, que así se llamaba el espíritu creativo de ese local (y que posa en la foto): se manifestó hace muchos años cuando hubo amenazas de talar el impresionante ficus que ocupa la murciana plaza de Santo Domingo. Otro símbolo murciano, que ha sobrevivido a la falta de respeto en general que, durante mucho años, hubo hacia nuestro patrimonio (el diseñador Adolfo Domínguez declaró en una ocasión que no le gustaría vivir en ciudades como Murcia o Alicante, porque habían destruido su pasado).

Ampliar para no perderse el texto

Y precisamente bajo ese gran ficus, se inauguró en 1926, la primera biblioteca pública de Murcia; y que, como se puede observar en la fotografía, no iba más allá de un quiosco en el que se prestaban libros. El texto que acompaña a la crónica es florido y relamido como corresponde al estilo de la época, y resulta de lo más anacrónicamente delicioso para acompañar a este revival murciano, al que nos hemos entregado en estas dos últimas entradas.

viernes, 25 de mayo de 2012

Donaciones interesadas


Super Mario, Premio Príncipe de Asturias


En varias entradas ya hemos defendido la presencia de los videojuegos en las bibliotecas; y precisamente el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación, ha recaído sobre el vivaracho Shigueru Miyamoto, creador del simpático Super Mario Bros.

El jurado ha reconocido de este modo que los videojuegos, aparte de ser fenómenos de masas y una industria, se merecen un reconocimiento cultural (tal y como expresó el presidente de la Academia de las Artes y de las Ciencias Interactivas).

Que son un entretenimiento está claro, pero sobre todo son industria. Y saben posicionarse en el mercado, buscando alianzas tan valiosas como pueden ser las bibliotecas (¿cuándo tomarán ejemplo las editoriales?).

Es el caso de Ubisoft Montreal, empresa canadiense líder en el ámbito de los videojuegos, que ha donado 1590 videojuegos a la red de bibliotecas de Montreal. Una forma inteligente de fomentar la afición: bibliotecas y empresa se benefician mutuamente, y el videojuego se afianza dentro de la cultura.


LGBT de Canadá y las bibliotecas

Lana del Rey llegó al éxito
gracias a sus videojuegos
De ahí lo de donaciones interesadas, un interés de lo más lícito que otros colectivos también han puesto en práctica. Como el colectivo canadiense LGBT (colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) que persiguen la normalización de su colectivo a través de una importante donación de obras a las bibliotecas, con las que se pretende combatir la homofobia.

Tanto en un caso como en el otro, las cabezas pensantes han sabido ver la utilidad de la biblioteca pública para afianzarse cultural, social e industrialmente. ¿Se adoptará alguna vez esta visión en nuestro país?

Mientras llega ese momento, cerramos “donando” un estupendo vídeo para la banda sonora del fin de semana, que algo tiene de videojuego. El rapero Kid Cudi empeñado en abandonar un bucle, como quien supera los niveles en los videojuegos, siempre buscando su porción de felicidad.




jueves, 17 de mayo de 2012

Todos somos frikis



El término inglés geek viene a definir a un tipo de persona fascinada por la tecnología y la informática, pero el concepto en el mundo anglosajón es mucho más amplio, y abarca a cualquier fan apasionado por algo. Una palabra concomitante con lo que significaría en castellano otra palabra procedente del inglés, como es la palabra friki.

Que te digan friki a algunos les suena a insulto, pero otros saben darle la vuelta y transformarlo en un orgullo. Sacudiéndose el tonillo despectivo con que suele decirse, lo friki no es más que una demostración de sentir pasión por algo, de tener aficiones, de tener inquietudes. Dependerá del grado de obsesión de cada uno, pero siempre será más beneficioso mostrar interés por algo, que ser una ameba abúlica sin curiosidad, ni capacidad por aficionarse a nada.

Y apoyándose precisamente en esta idea, se ha lanzado algo parecido a una Biblioteca Geek, en el condado norteamericano de Cobb (Georgia). Se trata de una campaña de promoción para revalorizar el papel de las bibliotecas, y de paso conseguir fondos para su supervivencia.


Lou Reed friki del arte

De esta manera la biblioteca pretende convertirse en el centro de reunión de todo tipo de colectivos, apasionados/obsesionados con la tecnología, los superhéroes o el arte. Da igual la temática, lo que se busca son fans que quieran compartir su afición.

Brian Dennehy friki de los veleros

Y para ello nada mejor que conseguir que famosos y anónimos proclamen orgullosos ser geeks, proclamando a los cuatro vientos de qué o de quien son frikis.

No por nada la campaña viene financiada en parte por Bill Gates, prototipo del geek que gracias a su afición ha montado un imperio mundial.


¡Saca el friki que llevas dentro!
Fuente: Marietta Patch

miércoles, 16 de mayo de 2012

Si yo tuviera una escoba



No hay mejor ilustración posible para las dos noticias que contraponemos en este post, que la obra de Robert The en la que la mítica Enciclopedia Britannica se transmuta en una escoba.

Para Mario Vargas Llosa, esa escoba (probablemente sacrílega) le serviría para barrer la banalidad que está arrasando a lo que se entendía por cultura hace tiempo. Su último ensayo titulado clarificadoramente como La civilización del espectáculo, ha reactualizado con virulencia el eterno debate entre alta y baja cultura, entre apocalípticos e integrados.

Y la conferencia que dio el pasado jueves en la Biblioteca Nacional dentro del ciclo El libro como universo, no ha hecho más que aportar nuevos motivos para la reflexión.

Por la parte que nos afecta más directamente, Vargas Llosa prevé respecto del libro electrónico que la literatura que se escriba "directamente para las tabletas" tratará de llegar al mayor público, y lo hará "al mismo coste que ha pagado" la televisión: caer en "la banalización y la frivolización". Vargas Llosa toma como ejemplo a la televisión para alertar sobre la manera en que los soportes influyen en los contenidos.

El tiempo dirá si finalmente los pronósticos del escritor peruano se cumplen o no. Pero el contrapunto perfecto a este debate, la aportarían los vecinos de Talavera de la Reina (Toledo), que ante el cierre de sus dos bibliotecas desde hace meses: han optado por crear su propia biblioteca pública en la calle.

Cada jueves a las 17:30, los vecinos sacan a la calle cerca de cien títulos para su préstamo a los demás vecinos. A esta gente de barrio, la escoba de la Britannica les serviría quizás para hacer desaparecer tanto recorte a las instituciones culturales más básicas de una sociedad, a ese concepto de que la cultura tutelada por la administración es un gasto a fondo perdido, en vez de una inversión de futuro.

Y tú, si tuvieras una escoba ¿qué barrerías con ella?


viernes, 4 de mayo de 2012

Santoral bibliotecario

"Santos que yo te pinte, demonios se tienen que volver"
Los Planetas


Hace tiempo ya hablábamos de crear un santoral laico con aquellas voces que desde los medios apoyaban y defendían el insustituible papel de las bibliotecas públicas.

En aquella ocasión eran actores de Hollywood, y esta vez tendremos que incluir al escritor Juan Sánchez Sánchez con su recién presentado libro: En defensa de la biblioteca pública (Almud Ediciones), en el que aboga por blindar legislativamente a las bibliotecas públicas, y que forma parte de una trilogía iniciada con Combate por la biblioteca pública, y que se cerrará próximamente con Rebelión en la biblioteca.

Las ideas que plantea son para recrearse en ellas: defiende la creación de una legislación para hacer que las bibliotecas no dependan de subvenciones o de la voluntad de un alcalde o consejero.

No hay ningún otro servicio que democratice tanto el acceso a la información, a la lectura, a la información”, sostiene Sánchez; algo que ya hemos repetido varias ocasiones aquí, y que debe ser el argumento que pese a la hora de priorizar presupuestos para cuestiones culturales en estos tiempos de crisis

Su discurso aún gana en fundamento, al darnos un toque a los bibliotecarios, conminándonos a dejar de quejarnos y a defender y potenciar el valor de las bibliotecas para que los usuarios las utilicen.

Para algunos serán palabras bienintencionadas lanzadas al viento; pero en estos tiempos, es más importante que nunca repetirlas cual mantras que calen en la conciencia de todos, responsables políticos incluidos.


Fuente: ABC

miércoles, 2 de mayo de 2012

McBibliotecas


El perverso Ronald McDonald en una secuencia de Logorama

Ya llevamos varias entradas del blog, en las que hemos defendido y anhelado que el mecenazgo cultural se convierta en una realidad en nuestro país; claro que todo tiene su reverso oscuro, o al menos inquietante.

Quien te patrocina, indudablemente lo hace para publicitarse y vender su producto, algo lógico y comprensible. Pero, ¿podrían las bibliotecas plantearse cuestiones de índole ética a la hora de dejarse patrocinar?
 
Banksy y su vitriólica visión de Disney y McDonald
En Lake City (Utah) las bibliotecas son visitadas por el archifamoso payaso Ronald McDonald como manera de convencer a los niños de que lean, y se hagan socios de la biblioteca. Pero, ¿es lícito aliarse con una cadena de comida rápida, en un país en el que la obesidad infantil es un gran problema precisamente por este tipo de cadenas?, ¿no es participar en la manipulación publicitaria de las mentes infantiles por buscar nuestro provecho bibliotecario?

Sin duda que los norteamericanos nos dan sopas con ondas a la hora de ser pragmáticos y olvidar tanto escrúpulo con tal de sobrevivir, y conseguir más lectores. Pero inevitablemente estamos en Europa, e igual pecamos de románticos en unos tiempos que poco margen dejan para el romanticismo.

Bill Gates: ¿filantropía o negocio?
Ya hace meses, un seguidor nuestro en Facebook a raíz de la noticia en que hablábamos del mecenazgo de Bill Gates a bibliotecas de varios países: nos recriminaba que celebrásemos dicha iniciativa, cuando sólo era pura estrategia comercial de Microsoft bajo el manto de la filantropía.

Una bonita polémica para que cada uno aporte su punto de vista. Nosotros mientras tanto soñaremos con qué logotipo comercial quedaría bien en nuestra biblioteca, y para eso el magnífico cortometraje Logorama (que ya incluimos en los extras del Pack Revolución, pero que es tan bueno, que nunca nos cansamos de recomendar) nos puede servir de inspiración.

[Aviso: pulsar Play, y después el botón CC de la barra inferior del vídeo si no se visualizan los subtítulos]

miércoles, 25 de abril de 2012

Amor y pedagogía

Los niños teledirigidos de El pueblo de los malditos

En su nivola Amor y pedagogía, Miguel de Unamuno se centraba en la historia de un erudito obsesionado por los progresos de la ciencia y la pedagogía, que decide tener un hijo para diseñarlo a través de la educación, y convertirlo así en un genio.

Es difícil que los padres ingleses hayan leído esta novela de Unamuno, pero por las peticiones que muchos de ellos les hacen a las bibliotecas de su país, así lo pareciera. Todo viene a cuento de la noticia según la cual, decenas de libros que se ofrecen en las bibliotecas a los niños han sido denunciados por muchos padres. Repasando los títulos se detecta un exceso de celo que roza la paranoia.

El dulce Babar acusado de racista
Así, las rimas de Roald Dahl son acusadas de groseras, Alí Babá y los 40 ladrones o El Cascanueces son demasiado siniestros. El tierno elefante Babar resulta ser racista por vivir una aventura en la que aparecen caníbales, Tintín en el Congo (que ya tuvo su ración de polémica) ha sido retirado de algunas bibliotecas, también por racista. Y otro elefante, en este caso Elmer de David McKee, no se salva porque aparecen elefantes negros y grises, y fomenta la desigualdad por ser más rico que el resto.

Más y más conejos: porno duro infantil
La pedrea se la lleva un cuento de Nicholas Allan sobre el señor y la señora conejo que no pueden dejar de tener hijos. Dicho título, aunque para muchos padres sea muy útil para explicar a los niños la concepción, ha sido retirado de la biblioteca de West Lothian por la queja de un único padre.

El cuento de las princesas lesbianas
Confiamos en no importar esta tendencia inglesa, pero también en la Regional contamos con incidentes (afortunadamente pocos) en este sentido. Como la petición de retirar el cuento Titiritesa, por abordar el lesbianismo al casarse dos princesas, o algún cómic en que una pareja se abraza en la cama.

Afortunadamente no cedimos, como tampoco hemos censurado los cuentos de Perrault, o los hermanos Grimm, Carlo Collodi o Lewis Carroll por resultar demasiado duros o inconvenientes para la esterilizada educación que pretenden algunos progenitores.